Leonor se embarcó en una de sus aventuras más excitantes de su formación militar obligatoria para cualquier Jefe de Estado. La princesa sigue los pasos de Felipe VI y Juan Carlos I y se sube al buque escuela Juan Sebastián Elcano con el que navegará por las aguas del Atlántico y visitará un total de ocho países. La hermana de Sofía partió desde el puerto de Cádiz el pasado sábado 11 de enero, donde contó con la visita de Felipe VI y Letizia, que no dudaron en despedirse de ella como el resto de familiares. Leonor llegó el viernes 17 de enero por la mañana al puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde la embarcación permanecerá atracada hasta el próximo martes 21 de enero, cuando ponga rumbo a Gran Canaria. Los canarios y turistas de la isla tinerfeña tendrán ocasión de visitar el buque escuela en el que viaja Leonor durante este fin de semana. Además, algunos ya se la han encontrado por las calles de la isla.
Leonor aprovecha el fin de semana de permiso
La princesa llegó el viernes por la mañana algo cansada y mareada. Como ya informamos estos días en EnBlau, la hija de Felipe VI y Letizia sufrió el ‘mal de tierra’, un síndrome muy habitual en marineros inexpertos. Leonor debe aclimatarse a esta nueva vida. Los 75 compañeros han estado encerrados en el buque escuela durante toda la semana. Por ello, cuando llegó el viernes y atracaron en puerto no dudaron en salir a despejarse. Este fin de semana tenían permiso y aprovecharon para hacer unas compras, dar un paseo o tomar algo. Hacer vida más allá de unos cuantos metros cuadrados en alta mar.
Leonor ha salió con algunos de sus compañeros por la noche por el centro de Tenerife. Compartieron risas y confidencias y cogieron fuerzas para esta nueva aventura. Cenaron en un restaurante y tomaron alguna copa en un local cercano. Estuvieron hasta altas horas de la madrugada, y es que este fin de semana no tenían horario de regreso al buque escuela, donde duermen.
Una vez más, Leonor demostró a sus compañeros y algunos testigos que ha heredado el carácter fiestero de su madre. Letizia salía muy a menudo cuando tenía su edad, también llegaba a altas horas de la madrugada y algo achispada, aunque siempre cumplía con sus deberes profesionales.
Leonor se tomó unas copas mientras conversaba con sus amigas. Los escoltas de Casa Real la acompañan en esta travesía. Ellos fueron los que en todo momento vigilaron que ningún curioso tomase fotografías de esos momentos para garantizar su privacidad e intimidad. En este caso son cuatro los escoltas que viajarán con ella estos seis meses, aunque por turnos.
