Leonor finaliza el primer año de su formación militar el próximo 15 de julio. Se espera que se marche a Zarzuela hasta el inicio del segundo curso en Pontevedra, pero parece que la princesa ya ha comunicado a sus padres que este verano quiere salir unos días con sus compañeros cadetes, con los que ha forjado una gran amistad en un año intenso. Es importante que la hermana de Sofía esté en Marivent y haga el paripé con la familia como todos los años, pero la joven empieza tomar sus decisiones y vuelve a producirse un enfrentamiento con Letizia.

A la reina le gusta tener todo bajo control, pero en los últimos meses, con la campaña de desprestigio hacia ella lo ha perdido todo. Ahora mismo es Felipe VI quién ha cogido las riendas de la corona, que es lo que debería haber sucedido en los últimos 10 años. Ella ha aceptado el papel de reina consorte, como la emérita. Ya no tiene poder ni fuerza, y menos ahora que Casa Real empieza a premiar a Leonor y le programa actos institucionales en su agenda. Ya es mayor de edad y es momento de quitarle la protección. Tiene que salir más a menudo para que la ciudadanía le coja cariño.

Leonor y Letizia

Letizia castiga a Leonor por su comportamiento 

Desde que Leonor cumplió la mayoría de edad y se instaló en el centro militar, Letizia está harta de su comportamiento. La reina pidió a los militares un informe detallada de su hija todas las semanas, tanto del ámbito privado como el personal, pero le dejaron bien claro que no se espía a nadie y que iba a ser tratada como al resto. Leonor estaba contenta porque por fin podía saltarse la estricta dieta de su madre. Ahora come pizzas, hamburguesas y tortillas de patatas prefabricadas.

Además, los fines de semana Leonor tenía un helicóptero del ejército para que pudiese volver a Zarzuela con total comodidad y seguridad. No lo ha utilizado nunca. Mejor porque cuesta a los ciudadanos 10.000 euros ida y vuelta. La princesa ha preferido disfrutar de esta experiencia con sus compañeros y se ha quedado en Zaragoza, donde Letizia no puede controlarla. Frecuenta bares, discotecas y sale hasta altas horas de la madrugada los fines de semana. Se la ve en muchas ocasiones por la zona universitaria y por el tubo.

Cada vez que aparecía una noticia de Leonor, como cuando la vieron, supuestamente, fumar un cigarro electrónico, se sube por las paredes. Está harta y se lo ha hecho saber en varias ocasiones. Madre e hija han tenido fuertes discusiones en estos últimos meses, y se puede observar como el comportamiento entre ellas es mucho más distante. Se ha enfriado la relación.

Leonor