Letizia siempre ha procurado que Leonor y Sofía tengan buena relación con su familia materna y ha logrado apartar a la familia de Felipe VI. Ninguno de los miembros de Casa Real, especialmente Juan Carlos y Sofía la quisieron. Le dieron la espalda y la acusaron de cargarse la monarquía en el futuro. Finalmente no fue ella la encargada de destrozarla, sino el propio monarca, Juan Carlos I. La actual reina ha conseguido apartarlos a todos. También de la vida de sus hijas. La princesa de Asturias no ve a su abuelo desde 2020. Pero con su abuela casi sucede algo parecido.
La reina Sofía quiere mucho a sus nietas, sin embargo Letizia intenta que pasen el menor tiempo posible con ella. Es cierto que la madre de Felipe VI vive a escasos metros de Zarzuela, pero la reina siempre prefirió llamar a sus padres para que se ocupasen de las niñas. Cuando eran pequeñas las cuidó Paloma Rocasolano, tal vez por ello han desarrollado este cariño hacia su abuela materna. No faltan a ninguna de las citas de Paloma. El año pasado acudió a su cumpleaños con su primer novio, pero a la reina Sofía la dejaron completamente sola en Mallorca con su hermana Irene de Grecia.
Paloma Rocasolano gana la guerra contra Sofía por sus nietas
Entre las abuelas de Leonor y Sofía siempre ha existido una cierta rivalidad. Ya desde los inicios, Paloma se posicionó por encima de Sofía. En los dos partos de Letizia, por cesárea ambos, la primera en estar presente fue la ex enfermera. La mujer de Juan Carlos no llegó hasta el mediodía de ese mismo día. Cuando nació Sofía, la emérita se encontraba en Rusia.
Además, Leonor y Sofía tendrían mayor confianza con Paloma Rocasolano. Le cuentan todas sus vivencias. De hecho, la princesa de Asturias fue acompañada con su supuesto novio a la fiesta de cumpleaños de su abuela materna.
Letizia prefirió desde pequeñas que fuese su madre quien cuidase de las niñas cuando ellos estuviesen de viaje por algún acto institucional. Y eso que Sofía reside a tan solo unos escasos metros de la vivienda de los reyes y sus hijas. Hubiese sido más fácil que las cuidase la emérita.
La reina Sofía confesó en una ocasión su dolor por no poder ver a las niñas. “Yo que vivo al lado no puedo ir a su casa. Y, sin embargo, la madre de Letizia está siempre ahí”. Jaime Peñafiel llegó a publicar en El Mundo el siguiente párrafo: “Las nietas de los eméritos no acaban de entender por qué no pueden ver a sus abuelos. Según me informó la madre de una de las compañeras de colegio de las niñas reales y buenísima amiga mía, su hija le había contado que Leonor se quejaba de que su mamá no la dejaba ver a su «abuela más querida” y que papá no podía hacer nada porque era ella quien mandaba”.