Leonor sufre una permanente contradicción en su imagen como princesa. Tiene una elegancia natural basada en la buena educación, la modulación de la voz y la belleza. Unos rasgos faciales suaves, rubia de ojos azules, que a pesar de alejarla de la media de las adolescentes españolas la hace muy fotogénica. A los 18 años ya se puede decir: es una chica guapa. En cambio, la ropa que la obligan a lucir es todo menos elegante. Nunca ha destacado por un look moderno, favorecedor, sobrio o sencillamente adecuado. Nunca le han permitido llevar un sencillo traje negro medio escotado. Lo más oscuro fue aquel hábito de monja en una visita al Congreso de los Diputados:
Siempre tapada, siempre con zapato plano, siempre como una novicia. Y desde hace un tiempo, para encaminarla a la edad adulta, vestidos de colores pastel, muy tapada de mangas y piernas, con tejidos vaporosos que le hacen bolsa y la hacen parecer gorda. Es un esperpento, a medio camino entre que no eclipse Letizia y que no destaque su condición de mujer moderna. Y ahora llega la prueba definitiva, la elección que la perseguirá mucho tiempo: cómo ir vestida el día que cumple 18 años y tiene que jurar la Constitución. Leonor vuelve al Congreso no como comparsa sino como protagonista. Para ser justos, los chicos lo tienen más fácil. ¿Cómo vistió su padre el año 1986 cuando fue mayor de edad y juró la Carta Magna? Sin pensar mucho, con chaqué como de boda:
Con el vestido de Leonor para este día señalado todo el mundo se teme lo peor, sobre todo viendo cómo iban vestidas el día de la jura de Felipe, detrás de él, las infantas Cristina y Elena: con una especie de cortina rosa o roja, tapadas como abuelas. Leonor no tiene uniforme de gala y habrá que improvisar. En estos casos lo mejor cuando uno no sabe qué hacer es imitar a los que saben: las otras monarquías europeas. Esta semana ha jurado la Constitución belga la princesa heredera Elisabeth, hija de los reyes Felipe y Matilde. Ha ido vestida de uniforme militar porque prestaba juramento como oficial a la Real Academia Militar. Problema solucionado, ir vestida como el resto de oficiales: no recibe críticas, no destaca, no parece una señora opusina como Leonor:
En Bélgica los militares juran la Constitución y Elisabet, a los 21 años, ha jurado el texto legal vestida con uniforme militar de gala. Problema resuelto. Ofrece, aparte, una ventaja extra: es ropa unisex. Punto final a la discriminación entre hombres y mujeres a la hora de escoger roba para jurar la Constitución. A la pobre Leonor la mirarán con lupa por el peinado, maquillaje, zapatos y modelito, que encima no escoge ella. Zarzuela no sabe ni copiar.