Letizia es una mujer fría, calculadora y demasiado controladora. Le gusta que todo esté bajo su control, ella es la que tiene la última palabra. Ya dicen que Felipe es el rey, pero ella es quien manda, él solo ejecuta sus órdenes. Tal vez por ello, a ella la llaman “la marimandona” y a él “el calzonazos”. Sin embargo, la reina ha sido la única capaz de salvar a la monarquía española de las polémicas de Juan Carlos. Ha conseguido alejarse del apellido Borbón, el que más daño ha hecho a la corona. Pero no ha sido una misión fácil. Le ha costado muchas discusiones con el padre de sus hijas.
Se aplaude su elegancia y su saber estar, se la considera la mejor reina de España y la mejor de todas las monarquías europeas. Dónde va, causa sensación. Es la protagonista de todos los actos institucionales. Ese fenómeno fan lo ha trasladado a su hija. Hace un par de semanas, Leonor juró la Constitución y cumplió la mayoría de edad, momento en el que demostró que ya estaba preparada para afrontar sus responsabilidades. Su camino al trono ha empezado. Y por consecuencia ha desatado la ‘Leonormanía’. La hermana de Sofía es la que mejor valoración obtiene de todos los miembros de la familia real. Los ciudadanos le dan un aprobado. Es el futuro de España y de millones de jóvenes y niños.
La princesa Leonor quiere mostrar su propia identidad
A lo largo de todos estos años es Letizia quien se ha encargado de su imagen. La reina ha estado encima de sus hijas, protegiéndolas y guiándolas en este largo camino. Una vida que no será como la del resto de chicos y chicas de su edad. Sin embargo, ha recibido muchas críticas por vestirla como ella, o hacerla actuar de la misma forma. La reina peca de ser demasiado fría, y Leonor no logra conquistar a las personas de su edad, las más importantes para ella porque serán las que envejezcan con ella. Varios estilistas han criticado numerosas veces que la princesa parece una mujer de 50 años.
En su jura de la Constitución, Leonor empezó a mostrarse como ella misma. A partir de este momento ya es mayor de edad y deberá asumir mayores responsabilidades, pero también deberá hacer frente a Letizia. La princesa empieza a desvincularse de su madre. Le demuestra que es ella quien debe tomar sus propias decisiones, especialmente las que estén relacionadas con su forma de ser, actuar o vestir.
Leonor y Letizia han tenido varias discusiones en estos últimos meses, y es que la princesa ya no es una niña a la que se le pueda mandar constantemente.