Desde que la princesa Leonor alcanzó la mayoría de edad el 31 de octubre de 2023, ha comenzado a tomar decisiones propias y a vivir su vida de una manera que, hasta ahora, le estaba restringida. Sin embargo, algunos comportamientos de la joven heredera han empezado a preocupar a su entorno, especialmente por su consumo de alcohol y la falta de discreción en sus salidas nocturnas.
A lo largo de su adolescencia, Leonor se mostró siempre a la sombra de su madre, Letizia, quien mantenía un control estricto sobre sus movimientos y decisiones. La joven, cansada de esta constante supervisión, optó por desvincularse de las normas maternas. Estudió el bachillerato internacional en Gales con el deseo de tener una adolescencia más libre, alejada del foco mediático y de las estrictas reglas de la reina. No obstante, la presión materna seguía presente, ya que Letizia pedía informes semanales sobre su comportamiento en el internado, e incluso influía en las decisiones del centro educativo, como los menús de la alimentación.
La princesa Leonor da rienda suelta a sus deseos de juventud
A pesar de la sobreprotección de su madre, Leonor ha intentado vivir su vida de una manera más independiente. Su mejor etapa hasta el momento ha sido su formación militar en Zaragoza, donde ha disfrutado de una mayor libertad, sin la constante presencia de Letizia controlando sus decisiones. En este entorno, pudo vivir alejada de las restricciones familiares y sentirse más libre. Sin embargo, al cumplir 18 años, la princesa se sumergió de lleno en la vida nocturna y en un estilo de vida más propio de su edad, lo que ha traído consigo algunos problemas.
La princesa Leonor fue vista en varias ocasiones en discotecas de Zaragoza, disfrutando de su nueva libertad y compartiendo momentos con sus amigos. En estos locales, se la vio consumir alcohol en el reservado VIP, bailar sin restricciones y, en algunos casos, incluso fumar un cigarro electrónico a las puertas de las discotecas. Estas imágenes no tardaron en ser filtradas a los medios, lo que generó un clima de preocupación en su círculo cercano.
La reina Letizia le pide discreción
Su comportamiento no se ha limitado solo a Zaragoza. En su tiempo en la Escuela Naval de Marín, se ha vuelto habitual verla en bares y discotecas de Pontevedra, donde frecuenta los establecimientos más populares con sus amigos. La situación ha sido aún más difícil de controlar para sus escoltas, ya que la filtración de imágenes es cada vez más común en la era digital, y las fotos de la princesa disfrutando de la vida nocturna se han vuelto virales.
Este tipo de comportamientos no han pasado desapercibidos para su madre. Letizia, quien sabe que la juventud y el deseo de experimentar son parte del proceso de crecimiento, ha tenido numerosas discusiones con Leonor. No por el alcohol, al fin y al cabo, Letizia también fue joven y sabe que no podrá impedir que su hija coja alguna que otra borrachera. Pero le ha exigido que lo haga con discreción. Letizia sabe que, como futura reina de España, Leonor debe comportarse de manera ejemplar en todo momento, ya que cualquier incidente podría dañar su imagen pública y su futuro como monarca.