Leonor empieza sus tres días de portadas, fotos, actos oficiales, discursos y cambios de vestuario para tratar de satisfacer las enormes expectativas que la Corona ha depositado en sus hombros. Cumplirá 19 años la próxima semana y antes tiene que pasar tres días en el Principado de donde es princesa: Asturias. El sábado en Cabrales para entregar uno premia al mejor pueblo, Sostres, viernes para el gran acto solemne de los Premios princesa de Asturias, donde le reservan el discurso final, y jueves recibiendo el reconocimiento como adulta de las instituciones asturianas. Por suerte la Corona ha rectificado y ha entendido que hicieron hacer el ridículo a Leonor vistiéndola de soldado cuando recibió el reconocimiento de las instituciones aragonesas. Esta vez, la futura jefa del Estado ha aceptado unos galardones civiles vestida de civil, con un traje chaqueta sobrio pero eficaz. Su fotogenia no requería mucho más. Solo la pueden estropear vistiéndola de marinera de Vacaciones en el mar. Buena rectificación a tiempo:
LEONOR EN LAS INSTITUCIONES ARAGONESAS
LEONOR EN LAS INSTITUCIONES ASTURIANAS
Hasta aquí la parte positiva del acto, Zarzuela se libra de la influencia militar que no ha entendido que la princesa antes que jefa de las Fuerzas Armadas será jefa del Estado y, por lo tanto, tiene que vestir de militar dentro de las instalaciones militares o en actos militares, pero no en actos civiles. En un país donde el anterior rey estuvo involucrado en un golpe de Estado militar, el 23-F, los Borbones de militar son sospechosos. Leonor ha estado como siempre: impecable. Ha saludado a todo el mundo con total cortesía pero otro momento ha deslucido el papel de Zarzuela. Ha sucedido cuando la princesa saludaba a los asturianos que la habían ido a recibir a las puertas del Ayuntamiento de Oviedo. Allí uno de sus escoltas ha querido dar por acabado el contacto entre la princesa y los súbditos y se le ha dirigido con una franqueza, una interlocución, un nombre totalmente inapropiados. Este es el vídeo y el audio: "Leonor, vamos a parar aquí. Ellos ya lo saben y luego cuando bajemos volvemos":
Un escolta interpela a la princesa sin llamarla Majestad, Alteza o simplemente Señora. El trato es de "Su Alteza Real". El guardaespaldas se le dirige por su nombre de pila como si fuera una compañera del servicio de escoltas, Oye Mari Pili, que dicen que subas. Una cosa es ser republicano y que toda esta parafernalia parezca excesiva, suntuosa, cara e innecesaria. Pero puestos a pagar una monarquía lo que exigen los ciudadanos es que ofrezca buena imagen. Todo el mundo. Los eméritos, los reyes, las hijas, los sobrinos y el servicio de escoltas. Aquí ya hace tiempo que la única que cumple con la única exigencia, ofrecer buena imagen, es Leonor.