La formación militar de Leonor en Elcano ha llegado cargada de polémicas. El seguimiento de la princesa de Asturias es un absoluto quebradero de cabeza para la Zarzuela, ya que parece que tiene que tener veinte ojos en todos los rincones que visita a fin de que no salga ninguna imagen vulnerable o que indique como vive la aventura. Leonor cumplirá 20 años este 2025 y como cualquier chica de esta edad, tiene que formarse académicamente, pero también tiene derecho de recreo: encontrarse con amigos, salir a hacer unas copas, enamorarse, bañarse en la playa libremente, descubrir nuevos rincones, emborracharse o desenamorarse. Unas sensaciones que la Zarzuela no quiere que transmita a los ciudadanos. Casa real quiere mantener a Leonor limpia y tranquila hasta el último momento, sin embargo, repetimos, se trata, ni más ni menos, de una chica de 20 años.

Leonor / Gtres
Leonor / Gtres

De momento, la princesa tan solo hace tres meses que está en alta mar, justamente la mitad de la aventura, y solo con estas primeras paradas, la polémica por Leonor ha estado más que servida. En primer lugar, bomba, todo apunta que se habría enamorado de uno de sus compañeros de tripulación, un chico madrileño con quien aparecía de fiesta en el carnaval de Salvador de Bahía. Días después, el segundo tiro y lo que todavía no hemos visto públicamente, la fotografía más cara de la historia de la prensa rosa, una instantánea de Leonor en bikini en una playa de Uruguay. Zarzuela movió cielo y tierra para que nadie, absolutamente nadie, pudiera dar ningún detalle de qué había en la imagen. No lo consiguieron, porque Diego Abarral, paparazzi compañero del autor, reveló qué salía: "Tiene tripita y algún granito, nada más". Ahora, las redes sociales nos han dado otra novedad de las paradas de la hija de Felipe, esta vez en Chile. Preparad la boca para abrirla.

Leonor y su novio de 19 años a Salvador de Bahía / Instagram
Leonor y su novio de 19 años a Salvador de Bahía / Instagram

Leonor apunta a los 20 y, obviamente, era complicado que no saliera ninguna fotografía más comprometida de su aventura. Dicho y hecho, cogeos a las sillas, porque sí, ya da vueltas en las redes una fotografía de Leonor en un pub de Punta Arenas, Chile. La instantánea es inédita. Leonor, con bufanda y tejanos, aguanta una jarra de cerveza en la mano. La cálida luz de la escena nos revela el ambiente de fiesta y en la mesa que se dirige aparece un chico con la gorra roja y un anorac azul. Delante de ella, de hecho, otro de espaldas, sospechoso. Lejos del calor de la playa de Uruguay, Leonor va tapada porque en Punta Arenas ahora mismo hay sensación de 5 grados.

Un detalle llama la atención. Los que han pedido una jarra de cerveza alguna vez en la vida lo saben a ciencia cierta, las llenan hasta arriba. En este vaso falta cantidad, dos tragos, los típicos que hace todo el mundo para que no caiga en el camino. No la vemos haciéndolos, pero nos lo imaginamos. La cara tapada del chico de la mesa nos impide reconocerlo como el protagonista de la ya mítica fotografía del Brasil. De hecho, por el rostro de la princesa y por el movimiento de la imagen parece que la hubieran fotografiado justo en un momento en que Leonor se estaba moviendo por el pub, básicamente como si estuviera yendo al baño, o como si se estuviera moviendo de mesa con los compañeros, o quizás sencillamente se estaba dirigiendo a otra zona de la pista de baile. Los detalles son difíciles de concretar, pero la imagen es clara, Leonor está de fiesta con amigos y bebiendo alcohol. Un patrón que Zarzuela siempre habría negado (u ocultado) sobre la princesa de Asturias y futura heredera del trono. Para la casa real, un escándalo, para los jóvenes de su edad, el pan de cada día.