El 12 de octubre es una fecha emblemática en España, ya que se celebra el Día de la Hispanidad con el tradicional Desfile de las Fuerzas Armadas. Este año, la jornada comenzó puntualmente a las 11 de la mañana en la plaza de Neptuno, bajo una intensa lluvia que obligó a modificar algunos actos previstos. Durante el desfile, fue evidente la incomodidad de Letizia, quien en varios momentos se apartó del lado de Felipe VI, dejando entrever la creciente tensión entre la pareja. Aunque la familia real intentaba mostrar una imagen de unidad, la tensión era difícil de ocultar.
Más tarde, llegó el turno del tradicional besamanos en la Sala del Trono del Palacio Real, donde los reyes, acompañados por la princesa Leonor, saludaron a representantes de las fuerzas armadas, así como a políticos y figuras culturales. Sin embargo, lo que parecía una jornada solemne y protocolaria escondía un conflicto en ciernes.
La princesa Leonor pretendía salir de marcha con sus compañeros cadetes
Y es que, una vez finalizados los actos oficiales, Leonor tenía otros planes en mente. La joven princesa, coincidió en los eventos con algunos de sus compañeros de la Escuela Naval de Marín y la Academia Militar de Zaragoza, y quería disfrutar de una noche en Madrid con ellos. Para ella, era una oportunidad de relajarse y compartir un rato de diversión en la capital.
Sin embargo, estos planes no fueron bien recibidos por su madre, la reina Letizia. En medio de un contexto delicado para la monarquía española, con las polémicas que envuelven al rey emérito Juan Carlos I, las fotos con Bárbara Rey o la creación de una fundación que ha desatado sospechas sobre la herencia de las infantas Elena y Cristina, y la creciente presión mediática, Letizia no consideraba apropiado que Leonor fuera fotografiada disfrutando de la noche madrileña. Temía que cualquier imagen de su hija en un contexto de ocio pudiera alimentar aún más las críticas hacia la Corona.
En contraste, el rey Felipe VI no compartía las preocupaciones de su esposa y, de hecho, apoyaba el deseo de Leonor de disfrutar de una salida con sus compañeros. Este desacuerdo generó una fuerte discusión entre el monarca y Letizia, quienes intercambiaron palabras subidas de tono. Finalmente, la reina Letizia se salió con la suya: Leonor no pudo salir de fiesta aquella noche.