Leonor afronta la edad adulta, hará 19 años en octubre, como un reto. Está configurando no solo su personalidad sino su futuro reinado. Felipe y Letizia ya no están a tiempo, su reinado se basa en nombres como Jaime del Burgo, el amante de la reina, o López Madrid, el compiyogui condenado por corrupción. No tienen otro mérito que ser diferentes de Juan Carlos y Sofía, los apestados, los eméritos en los cuales adulterio y corrupción no son anécdotas sino rutina. Leonor quiere alguna cosa más que "no ser Felipe y Letizia" y configura un reinado diferente. Estudiará Ingeniería y no Derecho, alejándose de los designios de su padre, tendrá la pareja que quiera y evitará que la pequeña Sofía tenga que enchufarse como las infantas a una multinacional privada. La hermana pequeña solo hará actos oficiales y vivirá del erario público para evitar escándalos. Bien jugado. Un detalle nada menor para la reina Leonor: su familia. Puede controlar mínimamente a su hermana, tienen una conexión mil veces más especial que la que tiene Felipe con Elena y Cristina. Pero Leonor tiembla por el otro lado royal, las ovejas negras, el rebaño negro: los primos Urdangarin y Marichalar.
Leonor no quiere saber nada de los Marichalar, Froilán y Victoria, holgazanes, frívolos y amantes de la fiesta. De los cuatro Urdangarin empieza a estar harta de que en Zarzuela vivan dos, los pequeños Irene y Miguel, que entran y salen sin trabajo y con pareja, el pijo Juan Urquijo y la venezolana Olympia. Parece mentira que la princesa tenga que ser discreta con sus posibles novios y sus primos Borbón aparezcan en Hola cada semana en pareja. Juan el mayor es lo único sin novio ni novia, ermitaño, católico, exiliado en Londres, con secuelas psicológicas del mobbing en el Liceo francés de Pedralbes por el caso Noos. Es un caso perdido. Leonor solo confía en Pablo, el deportista de élite, con novia estudiante de Medicina, ficha y salario en el Fraikin Granollers y ahora, por fin, campeón mundial. La Federación española de balonmano le montó un Mundial universitario a Antequera, Málaga, a medida y el joven lateral ha sido el máximo goleador, el MVP del torneo y campeón del mundo. Pablo superestrella del deporte universitario.
Pablo máximo goleador, jugador más valioso, campeón del mundo... son demasiados premios para uno solo de los centenares de jugadores, chicos y chicas, del Mundial. Una de dos: o se coló en el torneo de adolescentes como jugador de la Liga Asobal para ser el mejor, o lo han premiado a él por ser quien es. El caso es que la Real Federación Española de Balonmano es Real porque le debe acatamiento a la Corona y han diseñado un plan perfecto: Pablo estrella de los Universitarios como paso previo para dar el salto a la selección absoluta. Esta decisión ya no es profesional, como el Barça que no lo subió al primer equipo por razones deportivas, sino una razón de Estado. Leonor necesita que del rebaño negro de primos impresentables salga una oveja blanca, con buena lana, que quede bien en las fotos y que en un momento dado pueda asumir responsabilidades de representación de la Corona. Leonor y Sofía estarán solas al frente de la monarquía y Pablo es el primo catalán que han escogido para acompañarlas en su reinado. Todo empieza ahora, en el 2024 preparando el 2044, cuando Felipe abdicará y Leonor será reina. La infanta Cristina no ve bien que Pablo sea el único escogido y ha preferido un perfil bajo y no acompañarlo en este torneo, una rareza cuando la infanta ha estado en Granollers a menudo. Pablo ya es más royal que ella, el primísimo. Pablo, el principito catalán.