"Bienvenida, alteza, a la que será vuestra casa siempre. Formados ante vuestra alteza tenéis algo de incalculable valor: vuestros compañeros. Un grupo de amigos donde encontraréis un grupo de personas que se deben también a los españoles, a los que sirven como vuestra alteza con respeto y lealtad. Tenéis ya en ellos confianza en vuestra alteza, tenéis una segunda familia". Son las palabras que le han dedicado a la princesa Leonor cuando este martes ha conocido la que será su nueva casa durante un año, en Marín, la escuela naval donde continuará su formación militar, esta vez en la Marina y con el cargo de guardamarina. Este martes, después de las celebraciones por la Eurocopa de la selección española, la heredera y sus padres han ido hacia Pontevedra para conocer de primera mano dónde continuará la formación marcial de la joven, aprovechando la entrega de despachos a los nuevos oficiales de la armada

Los reyes y su hija han ido hacia Galicia, ahora que no está allí Juan Carlos, le han sacado el polvo a las medallas y a los trajes militares y han asistido al acto, donde Leonor ya se ha empezado a familiarizar con los que serán sus nuevos compañeros y con las instalaciones. Allí estaba, por ejemplo, un primo Borbón, el hijo de Pedro López-Quesada y Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que hace un verano que también está en la escuela naval de Marín. La princesa, luciendo el uniforme de alférez del ejército del suelo, después de su paso por la academia militar de Zaragoza, con su padre vistiendo el uniforme militar de la Armada. Durante tres meses se formará allí y se tiene previsto que el próximo mes de enero se embarque, como hizo su padre, en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, para hacer un crucero de instrucción de seis meses con sus compañeros de tercer curso. Como dicen en Vanitatis, de momento se desconoce en qué puertos atracará la princesa y cuál será su ruta.

Sea cuál sea, se estará bastante tiempo en alta mar. Motivo que tiene sin dormir a Zarzuela. Y es que nadie ha dicho que Leonor no tendrá ningún problema al navegar. De hecho, tanto a ella como a su hermana pequeña, la infanta Sofía, se las ha visto poco de regatas o acompañando a su padre y su abuelo en verano, cuando estos van a hacer vela con los amigotes. No está claro que le guste eso de navegar y lo que es más temido, no está claro que no se mareará como una mala cosa y quien sabe si se pasará la instrucción sacando la cabeza por la borda y devolviendo el desayuno. Y es que los precedentes no son muy optimistas. Porque bien podría ser que la princesa hubiera salido a la madre y no al padre. Y eso provoca pánico en Zarzuela. Solo hay que recordar qué se dice de la reina sobre por qué se la ve tan poco acompañando a su marido a navegar, casi nunca: Doña Letizia se marea, lo pasa mal a pesar de las biodraminas. El mareo es una sensación muy desagradable que tarda en quitarse aunque esté en tierra firme".

Letizia, de las pocas veces que ha navegado
Leonor y Letizia / GTRES

Dicen que al principio de estar con Felipe, "en aquellos primeros veranos, tras su boda en mayo de 2004, no había escapatoria. La vimos en la cubierta del primer Fortuna junto a la reina Sofía, cuidando de Victoria Federica y de los Urdangarin". Pero Letizia sufría como un ternero, "en esos desplazamientos de ocio, no lo pasaba bien. Sin embargo, no tenía más remedio que formar parte del grupo familiar". De un tiempo a esta parte, sin embargo, la cosa ha cambiado, y ahora no tiene que pasar por el calvario de navegar. A su hija no le quedará más remedio... Y durante seis meses, ni más ni menos. Que se prepare como le pase como a su madre y no se acostumbre al mar.