Leonor está inmersa en su travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, forma parte de la formación obligatoria para un Jefe de Estado. Por esta misma aventura también pasaron Felipe VI y Juan Carlos I. La etapa más dura ya la ha superado. De España a Brasil, el barco navega durante 22 días. Un tiempo que se ha hecho interminable para la princesa, ya que a diferencia de sus compañeros, ella no está acostumbrada a ir en embarcaciones, y menos tan poco acomodadas. Duerme en un minúsculo camarote, en literas, que comparte con otras tres compañeras, igual que el baño. En esas tres semanas no podía moverse del barco, hay días que ni tan siquiera podían subir a cubierta a respirar aire puro y sentir los rayos de sol por el mal tiempo.

Leonor brasil
Leonor en Brasil

La hermana de Sofía sufrió mareos y vómitos, los primeros días tuvo que ausentarse de clase. Finalmente los médicos del barco le recetaron biodramina cada ocho horas para acostumbrarse a esta situación. Es algo muy normal entre los novatos, hasta que el cuerpo se acostumbra a esta nueva sensación.

Pero no es para lo único que Leonor ha necesitado asistencia médica. Como se ha demostrado, con Leonor no se está haciendo ningún trato de favor. La princesa cumple religiosamente con sus obligaciones como el resto de sus compañeros. De hecho, en su llegada a Brasil el pasado viernes 14 de febrero, la hija de Felipe VI y Letizia reapareció con moretones por los brazos fruto de alguna caída y de mucho esfuerzo. La atendió el personal médico, pero estaba todo bien, no requirió de ningún tipo de medicación ni de prueba externa.

Han puesto a Leonor a dieta porque no está en forma 

Los médicos de Zarzuela son los que se han puesto serios con ella, pero en esta ocasión por su baja forma física. Ya la amonestaron en la academia de Zaragoza y en la de Marín porque no llegaba al nivel de sus compañeros. Ni con preparador físico.

En el barco hace las tareas que le indican, pero no se mueve tanto como en la ciudad. Y menos ahora que ha estado tres semanas encerrada en escasos metros cuadrados. Letizia quiere que se controlen sus comidas.

Según informan desde Vanitatis, cada plato está supervisado por un nutricionista y, según quienes han vivido la experiencia, se come muy bien. En el desayuno se sirven cafés, batidos, tostadas y zumo de naranja. Durante todo el día hay frutas disponibles para poder coger. A media mañana toman un bocadillo, y por la tarde meriendan algo dulce. Curiosamente, el producto estrella es el bocadillo de bacon con queso. Los domingos, el desayuno se vuelve aún más especial, con churros con chocolate y torrijas.

El menú del buque escuela no es el mejor para la princesa. En su última aparición ya se la ha visto con algún que otro kilo de más.

Elionor al Juan Sebastián Elcano
Leonor en el Juan Sebastián Elcano