La relación entre la reina Letizia y el rey Felipe VI ha llegado a un punto crítico, tras años de tensiones y crisis internas. Los problemas entre la pareja real han sido conocidos por la opinión pública, pero en los últimos meses, las revelaciones de Jaime del Burgo han agravado la situación de manera irreversible. A medida que se acerca el primer aniversario de estas declaraciones explosivas, la imagen de Letizia ha sufrido un deterioro considerable, generando un cisma en la familia real.

Aunque en público continúan apareciendo juntos en actos protocolarios, las fuentes cercanas aseguran que Felipe y Letizia llevan vidas completamente separadas en privado. Letizia ha sido relegada a un segundo plano y su presencia en actos oficiales se limita a aquellos donde su participación es estrictamente necesaria. Según los cronistas Pilar Eyre y Jaime Peñafiel, su relación se ha reducido a una mera colaboración profesional, actuando como un "equipo de trabajo" más que como una pareja real. Esto ha hecho que Letizia pierda gran parte de su poder en Zarzuela, viéndose aislada dentro del círculo de la monarquía.

Letizia y Felipe VI

La reina Letizia, cada vez más apartada del día a día de la monarquía

Durante los últimos meses, la estrategia de la Casa Real ha sido clara: fortalecer la imagen de la familia Borbon y relegar a Letizia a un rol cada vez más secundario. Un ejemplo de este cambio es el notable acercamiento entre el rey Felipe VI y su hermana, la infanta Cristina, quien ha ido recuperando protagonismo en la agenda real, a pesar de los escándalos que la rodearon en el pasado. Esta maniobra refleja un intento de cohesionar la familia real en torno a sus miembros más tradicionales, dejando a Letizia en una posición marginal.

En medio de este conflicto, se está protegiendo especialmente la figura de Leonor, la heredera al trono, cuyo futuro es crucial para la estabilidad de la monarquía. La princesa Leonor está siendo informada de los movimientos estratégicos dentro de la familia real y del creciente distanciamiento de su madre. Felipe VI ha estado trabajando en este alejamiento progresivo de Letizia, al mismo tiempo que refuerza la unidad familiar entre él, la princesa Leonor, la infanta Sofía y su madre, la reina emérita Sofía.

Leonor Felipe Letizia Sofía Europa Press

Nuevo orden en la familia real

Uno de los ejemplos más claros de esta situación es el hecho de que, mientras Juan Carlos I ha podido visitar a Leonor durante su estancia en la Academia Naval de Marín, una cosa que Letizia nunca hubiera permitido para propteger el reinado de su hija. Esta escena subraya el intento deliberado de separar a la reina consorte de los momentos importantes en la vida de su hija y, de manera más amplia, del núcleo duro de la familia real.

Con este nuevo orden familiar en marcha, Letizia se encuentra cada vez más distanciada, tanto de su esposo como de la vida pública. El nuevo grupo central de la familia real, que incluye a Felipe VI, Leonor, Sofía y la reina emérita, refuerza la idea de que Letizia está siendo dejada de lado en favor de una imagen monárquica más tradicional y cohesionada. La princesa Leonor, consciente de esta dinámica, juega un papel clave en este futuro incierto, donde su madre parece cada vez más aislada del trono y la familia.