Leonor se enfrenta a una de las experiencias más enriquecedoras de su formación militar. La princesa se embarcó el pasado 11 de febrero en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, como ya hicieron en su momento Juan Carlos I y Felipe VI. Forma parte del programa de formación con la Armada. Pero no es un reto sencillo. La hermana de Sofía pasará seis meses a bordo de la embarcación con la que visitará ocho países, en su caso serán todo visitas de Estado. La hija de Felipe VI y Letizia cogía este reto con mucho miedo, ya que ella nunca había estado en una embarcación tanto tiempo y haciendo labores. Su madre nunca quiso que se vinculasen con el deporte de la vela porque era muy Borbón. Ella juega en desventaja a diferencia de sus compañeros, que ya están más que acostumbrados por los años que llevan de formación con la Armada. Leonor hace un curso varios años, se le adapta el programa. Solo tiene que conseguir la máxima condecoración de todos los ejércitos, pero su puntuación es distinta a la del resto, no influye para nada.

Leonor compañeros
Leonor compañeros

Leonor tuvo una travesía complicada con náuseas, mareos y vómitos 

Los primero días fueron los más difíciles para ella. Sufrió náuseas, mareos y vómitos, incluso tuvo que ausentarse de las clases para descansar en su camarote. La navegación por las islas canarias fue más tranquila, sin embargo una vez que cruzaron el Atlántico para llegar a Brasil todo se volvió más complicado. El mar estaba mucho más embravecido y tuvieron días muy complicados, donde ni tan siquiera pudieron salir a la cubierta. Sintió claustrofobia. Han estado tres semanas encerrados en el barco, hasta el próximo viernes 14 de febrero no pondrán un pie en tierra.

Leonor ha tenido que ser atendida estos días por el equipo médico de Elcano, que está muy preocupado por su salud. Le diagnosticaron cinetosis, mareo del viaje en barco. Al viajar, se sienten naúseas y mareos, seguidos de sudores fríos e hiperventilación. El médico basa el diagnóstico en los síntomas y la situación en que se producen. Existen diversos métodos que ayudan a prevenir el mareo del viajero, como mantener la mirada y la cabeza lo más quietas posible, respirar aire fresco, no leer durante el viaje, no fumar ni ingerir bebidas alcohólicas antes de viajar y, a veces, tomar un fármaco por vía oral o mediante un parche cutáneo. Las galletitas saladas o las bebidas como el agua con gas o la gaseosa de jengibre pueden ayudar a aliviar las náuseas pero, cuando el vómito ha comenzado, puede ser necesario tomar un fármaco como ondansetrón o granisetrón.

En su caso el equipo médico le recetó biodramina para calmar sus mareos y poder estar más tranquila y más activa. Se debe tomar una pastilla cada 6 u 8 horas cuando le vengan los mareos.

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Leonor en Elcano / GTRES