Último acto oficial de la princesa Leonor antes de las vacaciones, primero en Marivent y después en Gales donde empezar dos cursos interna en una escuela de élite. Los reyes Felipe y Letizia, acompañados de sus dos hijas han estado en Santiago de Compostela, en el Día de Galicia, para presidir la ofrenda al Apóstol.
Como siempre el más comentado ha sido la ropa de los Borbones: Letizia con vestido de gasa estampado de color claro de manga larga, Leonor de corto fucsia y Sofía de corto verde agua marina. Por una vez Leonor que en octubre hará 16 años ha ido con zapatos de tacón pero en el empedrado de Santiago ha sido un problema. La chica no se atrevía a bajar las escalerass sola y se cogía de la mano de su padre.
Un gesto de inseguridad por el hecho poco habitual de ir con zapato alto. Así lucía Leonor:
Este no es el único detalle en que se han fijado los observadores monárquicos. Un bronceado irregular en la piel de la princesa hace pensar que ha hecho deporte al aire libre y le ha quedado una especie de "moreno albañil" versión pija.
Según el digital Vanitatis "Llamó la atención que el tono de piel de las hijas de los Reyes era ligeramente más oscuro en las piernas y rodillas que de los tobillos hacia abajo. Algo que podría explicarse por el hecho de que las dos hermanas hayan practicado deporte al aire libre con calzado cerrado y pantalones cortos. El sol ha hecho de las suyas y ha dejado su huella en las piernas de Leonor y Sofía, que se dejaba notar".
Lo que no cambia nunca es la obsesión por el control de la reina Letizia. Se pasó todo el rato dando órdenes a su marido y a las niñas respeto donde se tenían que colocar para las fotografías según el protocolo.
Pero Letizia se ha saltado la norma no escrita que hay que vestir de colores diferentes que la heredera. El rosa de las flores del vestido de la reina iba a conjunto del fucsia de la hija mayor. Hasta el último acto oficial juntas, Letizia no ha dejado brillar a la heredera:
"Es muy habitual que en las apariciones de la familia real, dado el papel institucional de la heredera, forme 'tándem' con el rey Felipe, mientras Letizia y Sofía permanecen en segundo plano. Pero en esta ocasión parecían haberse cambiado los papeles. Era la Reina la que esta vez parecía ir a juego con su hija, con los complementos de su look en perfecta sintonía con el vibrante rosa del vestido de la Princesa de Asturias".
No es muy habitual ver los miembros de la Familia real intercambiar gestos de afecto, "nobleza obliga", y en la mayoría de los actos tienen que mantener las buenas formas y la sonrisa casi sin inmutarse, pero en la plaza del Obradoiro la princesa Leonor y su hermana, la infanta Sofía, se despidieron de su padre con un abrazo.
La mayoría de los peregrinos y visitantes que abarrotan Compostela en esta jornada festiva, que celebra el Día de Galicia, tuvieron que conformarse con esperar detrás de las barreras hasta después de las dos de la tarde, sin poder acceder al destino principal de su visita.