La reina Letizia se encuentra en el epicentro de la polémica desde hace semanas. Las explosivas revelaciones de Jaime del Burgo, ex cuñado de Letizia y ex marido de Telma Ortiz, han sacudido los cimientos de Zarzuela. Letizia ha quedado señalada, y aunque intenten aparentar normalidad frente al público, la mayoría de las fuentes coinciden en que su matrimonio con el rey Felipe VI atraviesa su peor momento en 20 años.
Los comentaristas reales como Peñafiel y Pilar Eyre han sido contundentes en sus análisis. Afirman que la relación entre Felipe y Letizia ya no existe. Eyre incluso ha expresado dudas sobre si el matrimonio resistirá más allá de este año, al describir la tristeza y la distancia evidentes entre la pareja en sus apariciones públicas. “Su mirada es triste y perdida. Me dicen que está hundida y que el matrimonio atraviesa momentos muy difíciles”, comentaba Eyre en su canal de TouTube. "Yo pienso que la relación entre los dos está pasando por un bache tremendo que no sé si se solventará o no se solventará", añadía.
Leonor pide a su madre que le cuente la verdad
El asunto ha alcanzado inevitablemente a la princesa Leonor. Aprovechando un receso en su formación en la Academia Militar de Zaragoza durante Semana Santa, la joven ha regresado a Zarzuela y le ha preguntado a su madre sobre la veracidad de las informaciones circulantes. Como cualquier persona en su situación ha querido saber la verdad. Básicamente, le ha consultado si ha sido infiel a su padre.
Lo curioso es que la respuesta de Letizia no ha sido contundente. No ha negado ni ha desmentido las acusaciones de infidelidad. La quiere proteger de este asunto desagradable. Sin embargo, ello deja un ambiente de incertidumbre en la conversación con su hija. Este episodio refleja el impacto que la crisis matrimonial de sus padres está teniendo en Leonor. La princesa, a pesar de la delicadeza del tema, ha decidido abordarlo directamente, evidenciando las tensiones que se viven en el seno de la familia real.
La falta de una respuesta clara por parte de Letizia deja entrever la complejidad y sensibilidad de la situación. A medida que la crisis continúa, las interrogantes sobre el futuro del matrimonio real y su impacto en la institución monárquica siguen en aumento.