Nuevo capítulo sobre las enormes diferencias entre la Casa Real española y sus homólogos europeos. Un ejercicio de comparación que, habitualmente, hace subir los colores a la Zarzuela y a su micromundo. Eso cuando, directamente, la corona borbónica no queda hundida y humillada. Podríamos incluso hablar de envidia, como la que sentirá la princesa Leonor hacia otro heredero de un trono histórico. El primogénito de los príncipes Federico y Mary, Christian de Dinamarca, es el causante de este sentimiento. Un joven guapete, segundo en la línea de sucesión, que el próximo 15 de octubre cumpirá 18 años. Los separan 16 días; Leonor soplará velas el 31 del mismo mes. La manera de celebrarlo, sin embargo, apunta a diametralmente diferente.
Tan diferente como que una se levantará como mayor de edad en un cuartel militar con toque de corneta, mientras el otro se sacudirá el sueño en palacio, rodeado de los suyos, y con un único objetivo: celebrarlo. Y mucho. Aquel domingo saldrá al balcón a saludar a los súbditos, acompañado de padres, hermanos y de la reina Margarita II. La abuela le organizará, por la noche, una cena de gala en su honor en el palacio de Christianborg de Copenhague. En la lista de invitados hay una multitud de jóvenes que destacan en los diferentes ámbitos de la vida del país. Incluso una Borbona, pero no la recluta y dama cadete. Tampoco su hermana Sofía, internada en Gales. Hablamos de Maria Chiara, con la que mantiene una relación sentimental desde hace unos meses. Se trata de la hermana de Carolina Borbón Dos Sicilias, famosa por clasista cinco estrellas.
Christian de Dinamarca, fiesta de 18.º cumpleaños con una Borbón que no es Leonor
Chiara y Carolina forman una dupla muy conocida en los círculos royals europeos, dicen que hay bofetadas por conseguir su atención. Christian, que la conocía desde pequeños, ya ha hecho el trabajo. Su chica asegura tener una gran relación con Leonor y Sofía, a pesar de ser primas bastante lejanas. Si con los parientes de sangre no tienen trato, imaginen con estos otros, pero vaya. Es la palabra de Chiara contra la nuestra: "Estoy muy unida a la heredera, la princesa Leonor, quien como yo ama el deporte, en especial el fútbol femenino", dijo a Il Corriere della Sera hace un tiempo. Sin embargo, esta amistad no servirá de nada, las españolas no están invitadas a la fiesta. España no cuenta en las jaranas de los royals del futuro. Hay años luz de distancia.
La princesa española y una mayoría de edad deslucida, los royals europeos la hunden
Sobre cómo celebrará la princesa española su 18.º aniversario se sabe poco. Se habla mucho más del tema de la jura de la Constitución que de la persona, por ejemplo. No hay nada previsto, cuando menos de manera pública, que pueda ser equivalente a lo que harán en Dinamarca. Parece que ella no importa demasiado, solo su estatus. Continúa controladísima: cuando era pequeña, por exceso de celo materno; ahora que es adulta, por imperativo paterno y real: princesa antes que persona, "será lo que debe ser". Sus únicas opciones: escapar en el Súper Puma y emular a su padre, o el último recurso: el bar El Tuno. Bravas y cañas. Planazo.
Otro combate perdido. La Zarzuela, K.O. y a la lona.