La princesa Leonor está a punto de vivir uno de los días que tiene marcado en rojo desde hace tiempo. Antes de que llegue el día de su cumpleaños, el próximo 31 de octubre, y celebre los 18 años, la mayoría de edad, la princesa, que lleva unas semanas aprendiendo a hacer de soldadito español, está a punto de celebrar un acto con tufo de naftalina que tanto gusta a los monárquicos, borbónicos y amantes de la banderita en las españas: la jura de bandera. La hija de Felipe y Letizia, como sabrán, se encuentra en una academia militar de Zaragoza empezando su formación por si algún día se convierte en la jefa de las fuerzas armadas españolas, tal y como hizo papi en su día. De momento, ya la hemos visto haciendo prácticas, arrastrándose por el suelo y recibiendo un sable de manos de su padrino en la academia, uno de sus compañeros de más edad.
Y es que la heredera está nerviosa por que llegue mañana sábado, porque este 7 de octubre, la hija de los reyes, con sus compañeros de promoción, hará la jura de bandera. Tal como revelan en Vanitatis, "Hay nervios entre los cadetes, que llevan días preparando intensamente el acto". Este sábado, la dama cadete Leonor de Borbón Ortiz jurará bandera juntamente a sus 411 compañeros en un acto que empezará a las 12 del mediodía y al cual asistirán evidentemente sus padres. No su hermana Sofía, que sigue haciendo el bachillerato en el internado de Gales donde también fue la princesa. Desde la Academia General Militar de Zaragoza se ha cuidado el más mínimo detalle, y tal como explica el citado medio, desde el pasado lunes tanto ella como los otros cadetes se han sometido a ensayos diarios "de hasta cuatro horas de duración, divididos en turnos de mañana y tarde, con el fin de garantizar una ejecución sin errores en este acto de gran solemnidad".
Tiene narices que tengan que ensayar cuatro horas, mañana y tarde, durante toda una semana entera, para hacer una cosa tan sencilla como desfilar en línea recta, acercarse a una bandera y jurar lo que sea que le tienen que jurar. Pero todavía es más esperpéntico que no solo "los futuros militares han desfilado con sus fusiles en el Patio de Armas a diario", sino que también han repetido hasta el aburrimiento un gesto: "también han ensayado repetidamente el acto de besar la bandera, comentan fuentes del círculo de la sucesora al trono"... ¿De verdad que hay que ensayar cómo le van dando besos a la bandera española? ¿Es que es tan difícil de recordar o de hacer sin que haya ningún imprevisto, que tienen que ensayar repetidamente cómo besan la rojigualda? Grotesco es poco. Cuánto poco trabajo. Y cómo les gusta empacharse de españolidad y de promesa de fidelidad a su país.
"Es un momento trascendental en la carrera militar de los cadetes y se lleva a cabo con gran solemnidad y un profundo orgullo patriótico"... no hace falta que lo juren. Lo que también es ridículo es esta tendencia a hablar de la joven como si fuera alguien a quien hubiera que canonizar, solo porque no vaya con ínfulas: "En contraste con su padre, Leonor jurará la bandera junto a sus compañeros como muestra de su integración en el grupo. La heredera es considerada una más entre las cuadrillas de la academia militar". Sí, sí, se considera una más, sin embargo "se prevé que la Princesa sea la primera en jurar la bandera ataviada con el uniforme militar". Leonor, como el resto, está nerviosa estas horas previas al acto. El citado medio explica cómo "la presión ha ido aumentando a medida que se acerca la fecha".
Veremos cómo le va a Leonor, veremos si tantas horas ensayando como le daban un beso a la bandera servirán para que todo el mundo bese bien la bandera, y comprobaremos también qué otros familiares acompañan a Felipe y Letizia a ver el paripé de la princesa, ya que tenemos que recordar que la podrían acompañar hasta seis personas, ya que cada cadete cuenta con este número de acreditaciones. De momento, el preludio a la jura de bandera tendrá lugar este viernes, cuando se celebre una ceremonia religiosa en la basílica del Pilar de Zaragoza, que marca una tradición que involucra a cadetes militares, tanto católicos como de otras religiones.