Leonor se encuentra en uno de sus años más decisivos. La princesa finalizó sus estudios de bachillerato internacional en el UWC Atlantic College de Gales, y el pasado 17 de agosto inició la formación militar obligatoria para cualquier Jefe de Estado. Aunque se mostraba reticente, la afronta con ilusión. Con casi un mes de formación en la Academia General de Zaragoza, la hermana de Sofía está perfectamente integrada. Es una más del grupo. Aunque los fines de semana puede viajar a Zarzuela, tiene el helicóptero preparado todas las semanas, prefiere quedarse en la capital aragonesa con sus nuevos amigos.

La princesa jurará bandera el próximo 7 de octubre y a la vez pasará a segundo curso. Se ha preparado una formación especial para ella, realizará dos años en uno. Además, aunque no se hacen distinciones, Leonor recibirá la máxima condecoración independientemente de sus resultados, por supuesto, esto no afectará al resto de alumnos, sus notas son totalmente independientes. Ya que ella no puede abandonar los duros estudios, recibe la ayuda de una tutora y un entrenador personal.

Leonor academia despedida

Leonor no quiere volver a Zarzuela para que no la controlen 

Son tiempos de cambios para Leonor, aunque ya estaba acostumbrada a vivir alejada de sus padres. En Gales estudió interna durante dos años, volvía a casa por vacaciones. El próximo 31 de octubre cumplirá la mayoría de edad, momento en que jurará la Constitución y deberá asumir mayores responsabilidades.

Leonor con aparatos

Leonor y Letizia están cada vez más distanciadas. La reina siempre ha intentado proteger a su hija e intentar no sobreexponer su imagen. La ha construido a su imagen y semejanza, aunque esto también ha hecho que se aleje de la ciudadanía y no conecte con los chicos y chicas de su edad. La princesa está cambiando. Mucho más adulto, su carácter es más rebelde. Ha empezado a desobedecer algunas órdenes de su madre. En Zaragoza actúa más por libre.

Letizia ya no puede controlar todos sus movimientos. Hace un par de semanas Leonor salió a dar una vuelta y tomar algo en un bar de Zaragoza con unos amigos. Eso no le hubiese gustado a su madre. La hermana de Sofía estaba harta de algunas normas estrictas. Ahora puede ser ella misma. No pueden salir de casa si no es con el estricto permiso de su madre y totalmente vigiladas y controladas, también es muy estricto su control con la alimentación y tampoco pueden tener redes sociales.