La princesa Leonor, preparada para afrontar uno de los retos más importantes de su formación como heredera al trono, ha iniciado su travesía a bordo del Juan Sebastián de Elcano. El buque-escuela ha zarpado de Cádiz este 11 de enero, marcando el comienzo de un viaje de 140 días y 17.000 millas que la llevará a algunos de los puertos más emblemáticos del mundo, como Brasil, Uruguay, Chile y Estados Unidos.

La joven heredera llegó a Cádiz el 8 de enero, y desde entonces ha cumplido un calendario repleto de compromisos antes de embarcarse en el Crucero de Instrucción número 97. El jueves 9 de enero, participó en actividades propias de los guardiamarinas, mientras que el viernes visitó el Ayuntamiento de Cádiz, donde fue recibida por el alcalde Bruno García, y la Escuela de Suboficiales de la Armada en San Fernando. Estas visitas no solo subrayaron el protocolo oficial, sino que también permitieron a la princesa conocer más a fondo las tradiciones marítimas que marcarán su experiencia en el Juan Sebastián de Elcano.

Juan Sebastian Elcano
Juan Sebastian Elcano

La princesa Leonor exprimió su tiempo antes de zarpar en el Juan Sebastián de Elcano

Este sábado 11, día de la partida, ha estado cargado de simbolismo y emoción. La jornada comenzó en la Iglesia de Santo Domingo, donde Leonor y sus compañeros rindieron homenaje a La Galeona, una imagen de la Virgen del Rosario profundamente ligada a la historia de la Marina Española. Este acto fue un recordatorio de la fuerte conexión entre la Armada y la tradición gaditana, un vínculo que la princesa vivió de primera mano antes de zarpar.

La despedida oficial tuvo su punto culminante cuando los reyes Felipe VI y Letizia llegaron al muelle para acompañar a su hija en este importante paso.

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Antes de embarcar, sin embargo, Leonor no ha querido dejar nada pendiente. La joven aprovechó el tiempo libre que le quedaba entre la Pascua Militar del pasado 6 de enero y su cita el 8 de enero en Cádiz para verse con sus amigos de Zaragoza y de Galicia, con quienes compartió las horas previas a subirse al barco para disfrutar de una última noche de fiesta antes de zarpar.