Leonor cumplió el año pasado la mayoría de edad y prometió que cumpliría con todas sus obligaciones institucionales y se formaría para convertirse en la futura reina de España. Así que siguió los pasos de Juan Carlos y Felipe VI e inició su formación militar en la Academia General Militar de Zaragoza con el ejército de tierra. Allí empezó su primer cambio. La joven entró en la etapa adulta y se alejó de las reglas de Letizia. Por fin pudo ser ella misma y en la medida de lo posible llevar una vida como cualquier persona de su edad.
La princesa hizo grandes amigos en Zaragoza y si no era estrictamente necesario, prefería quedarse con ellos en la capital maña. Casa Real ha tenido que poner mayor seguridad para la hermana de Sofía, ya que Leonor sale frecuentemente a discotecas hasta altas horas de la madrugada. Durante el último curso la han visto en numerosas ocasiones, y como es inevitable frenar todas las fotografías, alguna que otra se ha filtrado en las redes sociales y ha llegado a los medios de comunicación.
Leonor baila entre la multitud y acude a reservados, donde suele beber vodka con limón. Felipe y Letizia le han regañado en varias ocasiones porque debe demostrar una imagen más seria, todas las imágenes que se filtren en el día de hoy le perjudicarán mañana. Y lo que más ha fastidiado a los reyes es que su hija les ha ocultado uno de los mayores vicios que es perjudicial para la salud. La hermana de Sofía fuma a escondidas. Un testigo aseguró que la vio fumar a las puertas de una discoteca, un cigarro electrónico. Fuma hace más de dos años, un vicio que habría heredado de Letizia, que aunque quiere mostrar una imagen intachable como reina, nunca ha abandonado el tabaco. Lo hace solo de forma ocasional, cuando está muy nerviosa, y se esconde en el baño. Lleva siempre alguno en el bolso.
Felipe y Letizia hablaron seriamente con Leonor
La Casa Real se puso en contacto de inmediato con Leonor, siendo Letizia quien quiso hablar con ella personalmente. Letizia le expresó su enojo y desilusión al enterarse de su comportamiento, incluyendo su uso de cigarrillos electrónicos. Además, señaló que no era la primera vez que los escoltas habían tenido que intervenir para sacarla de fiestas en estado de ebriedad. La preocupación aumenta al notar similitudes con los hábitos de consumo de alcohol de su madre.
Nadie sabía que Leonor tenía el hábito de los cigarrillos electrónicos, ni siquiera sus padres. Comenzó a fumar durante su estancia en el internado en Gales. Desde que ha adquirido más independencia, ha cambiado considerablemente. Ya no es la misma joven que se fue de Zarzuela a los 16 años. Tampoco es la única en la familia que fuma. Juan Carlos nunca ocultó su afición, aunque él prefiere los puros. Tanto la reina Sofía como Letizia han fumado de manera ocasional y discreta, sobre todo en momentos de estrés. Leonor parece seguir los pasos de su madre y su abuela.
