El ingreso de la princesa Leonor en la Escuela Naval de Marín parecía ser una oportunidad para fortalecer su disciplina y condición física. Sin embargo, las últimas noticias aseguran que su estilo de vida ha cambiado radicalmente desde su paso por el UWC Atlantic College de Gales y la Academia General Militar de Zaragoza. Lejos de ser un ejemplo de buena salud, la princesa heredera está inmersa en hábitos que inquietan a la Casa Real, especialmente a la reina Letizia, conocida por su férrea disciplina alimentaria.
Fumar, beber y comer en exceso: La “nueva” Leonor preocupa a todos
Fuentes cercanas a la Familia Real han revelado que la primogénita de Letizia y Felipe VI ha desarrollado una relación preocupante con la comida rápida, especialmente con las hamburguesas del McDonald's y los dulces. Todo comenzó durante su estancia en Gales, donde la joven empezó a frecuentar restaurantes de fast food, algo que se ha vuelto una constante en su vida diaria. A su regreso a España, el ingreso en la Academia General Militar no ayudó a mejorar estos hábitos; por el contrario, los intensificó. Este gusto por la comida basura se ha vuelto un punto de fricción con su madre, quien siempre ha promovido un régimen alimenticio estrictamente saludable, desterrando los procesados y los azúcares de la mesa real.
Leonor también ha adoptado otros hábitos que preocupan a la Zarzuela. Se rumorea que la princesa ha empezado a fumar de forma ocasional, algo impensable para su madre, Letizia, quien considera el tabaco como un veneno y jamás ha permitido que sus hijas lo vieran en casa. Además, el gusto de Leonor por el alcohol se ha intensificado. Al parecer, la princesa ha encontrado en algunas copas una forma de relajación. Fuentes internas afirman que su comportamiento se vuelve inapropiado cuando bebe, lo que incrementa la tensión dentro de la familia real, especialmente con Letizia, quien se muestra cada vez más alarmada por el rumbo que ha tomado su hija mayor.
Inquietudes en Marín: ¿Está preparada Leonor para el riguroso entrenamiento físico?
El ingreso de Leonor en la Escuela Naval de Marín fue celebrado como un paso importante en su formación, pero, según fuentes cercanas a la base de Marín, la joven princesa “no está en condiciones óptimas para seguir los entrenamientos estrictos a los que están acostumbrados aquí”. Los entrenamientos en Marín son exigentes, y sus instructores han mostrado inquietud por su bajo estado físico, una preocupación que no ha hecho más que acrecentarse tras verla en acción. La princesa tuvo que participar en competiciones deportivas entre brigadas, y aunque su equipo obtuvo un primer puesto, su falta de preparación física quedó al descubierto, algo que fue evidente para todos los presentes.
El programa de la escuela es riguroso, con un horario que inicia a las 6:45 de la mañana y que incluye ejercicios físicos diarios. Sin embargo, su rendimiento en estas actividades podría verse comprometido si no se adapta rápidamente al estricto régimen militar, algo que preocupa tanto a sus superiores como a la propia Familia Real. Según allegados de la academia, se han comenzado a tomar medidas para que la princesa recupere el estado físico que exige su posición y, en el proceso, destierre los hábitos poco saludables que ha adquirido en los últimos años.