Leonor se enfrenta a uno de los retos más complicados de sus 19 años. La princesa se encuentra inmersa en la formación militar obligatoria para cualquier futuro Jefe de Estado. Estos seis meses vivirá a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano con motivo del programa de formación de la Armada. Es una de las mejores experiencias, pero también la más sacrificada. Estará seis meses alejada de casa, haciendo vida dentro de la embarcación y solo podrá salir cuando toque tierra. La princesa no estaba preparada para esta nueva vida. Los primeros días sufrió mareos y vómitos y el equipo médico a bordo le recetó biodramina para controlarlos. Poco a poco se va habituando al movimiento de la embarcación, no le queda más remedio. Aunque la otra parte es más complicada. Se siente presa dentro del barco, sufre claustrofobia.
Están siendo semanas muy complicadas, hasta el próximo 14 de febrero no llegará a tierra. Visitará Brasil y contará como una visita de Estado para ella. Tienen muchas ganas de salir aunque a bordo esté entretenida con clases y actividades varias. La semana pasada fue la encargada de realizar unos informativos a bordo, el ‘Telecano’.
Leonor está pasándolo muy mal, no aguanta tantos días encerrada con mareos
Comparte pequeñas literas con el resto de compañeros, ella duerme con tres compañeras más, y los baños son compartidos. Con Leonor no se hace ninguna diferencia, aunque puede utilizar el teléfono móvil para estar en contacto con sus padres mediante mensajes, ya que hasta que el barco no esté en tierra firme no puede llamarles. Por ello, hace unos días les envió un mensaje de auxilio. Felipe VI y Letizia saben que a la princesa le está costando mucho adaptarse y están sufriendo.
Por lo menos sabe que esta travesía será la más larga, de Canarias a Brasil, 22 días a bordo, sin poder salir. Después será menos tiempo entre un país y otro y pasarán mucho tiempo en cada puerto para poder disfrutar de tierra firme y aprender. Sus compañeros guardiamarinas ya vienen preparados y esta experiencia ya la han vivido, mientras que para Leonor, que se le adapta el programa, es la primera vez, por eso es a quien más le está costando adaptarse.
“Se navega a vela el mayor tiempo posible y en estas maniobras en general participa todo el personal del barco. Por la mañana se ‘largan’ y a última hora del día se recogen parte de velas para una navegación más tranquila y así controlar las rachas y cambios de viento”, nos explican a ‘Vanitatis’.