Leonor es la gran protagonista de los últimos meses. Desde que juró la Constitución ante el rey el pasado 31 de octubre, día en el que cumplió la mayoría de edad, es el foco de atención de toda la prensa especializada. La princesa está preparada para heredar el trono. Ha empezado su carrera como reina. A partir de ese momento ha aceptado mayores obligaciones. Después de estar años desaparecida, ahora acompaña a sus padres a todos los actos institucionales. Este 6 de enero presidirá el desfile militar en la Pascua Militar junto a Felipe y Letizia.
Letizia ha hecho de ella durante todos estos años una joven a su imagen y semejanza. Ha querido alejarla completamente del apellido Borbón y de la alargada sombra de Juan Carlos. Para ella es el culpable de los problemas de la monarquía española. Leonor es la gran esperanza. Aunque se ha producido un importante cambio con los actuales reyes, es la princesa la que aporta un gran confianza. Se ha desatado la ‘Leonormanía’, pero no solo en España, también fuera de nuestras fronteras.
Por este motivo, Letizia quiere que su hija tenga mucho cuidado con cada uno de sus pasos. Le recuerda que no es una adolescente más, es la futura reina de España y cualquier error que cometa en la actualidad deberá pagarlo con creces más adelante. Sin embargo, Leonor quiere disfrutar de la vida, como el resto de compañeros de su edad. En Zaragoza ha conseguido libertad e independencia y ha hecho un nutrido grupo de amigos.
Precisamente, algunos de estos compañeros de Zaragoza se reencontraron con la princesa el 1 de diciembre en la discoteca Flitz. Entró por la puerta de un hotel y estuvo en un reservado VIP con cinco amigas y dos amigos. Todo el local estuvo vigilado por personal de seguridad y sus escoltas, con un refuerzo. Días previos se visitaron las instalaciones. Tomaron vodka y refrescos de limón, y se quedaron hasta las seis de la madrugada con el cierre del establecimiento, una hora que no gustó a Letizia.
Leonor quiere organizar una fiesta privada en Nochevieja: no se queda en casa
Esta semana ya comunicó a sus padres que no quería quedarse en Zarzuela con ellos para Nochevieja. Como todos los jóvenes de su edad pretendía comerse las uvas con los suyos y marcharse con sus amigos toda la noche. Ha preparado una fiesta privada en Nochevieja donde ha reunido a varios amigos del centro militar. Algunos vienen de Zaragoza y otros de otros puntos de España. Ella se ha encargado de facilitarles a todos el transporte con el jet privado, por ejemplo a sus compañeros de Gales.
Ya tiene 18 años y puede empezar a disfrutar de la vida sin depender de las normas de Letizia. Es probable que vuelva a ocupar un reservado VIP de alguna discoteca de la capital.