El pasado 11 de enero, la princesa Leonor inició una de las etapas más importantes de su formación militar al embarcarse en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Este emblemático barco de la Armada es parte esencial del proceso para convertir a la heredera en Jefa de los Ejércitos, siguiendo los pasos de su padre, el rey Felipe VI, y de su abuelo, Juan Carlos I. Durante los próximos 140 días, Leonor recorrerá 17.000 millas náuticas, con paradas en varios países latinoamericanos.

En este viaje, la tripulación del Elcano ya ha realizado dos escalas importantes. La primera fue en Tenerife, mientras que la segunda, en Las Palmas, ocurrió el pasado 21 de enero. Esta parada en Gran Canaria fue la última oportunidad para que Leonor y sus compañeros cadetes disfrutaran de actividades en tierra firme antes de cruzar el Atlántico rumbo a Brasil, donde llegarán el próximo 14 de febrero tras semanas sin tocar puerto.

La última escapada de la princesa Leonor en 20 días

Aprovechando la escala, Leonor y algunos compañeros decidieron salir a disfrutar de una noche diferente. Después de una jornada de compromisos oficiales, incluida una sesión de fotos con autoridades de la isla, la heredera y un grupo reducido de cadetes se dirigieron a uno de los locales más conocidos de Las Palmas. Esta salida no fue una excepción, ya que en su paso por la Academia Militar de Zaragoza y la Escuela Naval de Marín, Leonor también aprovechó sus momentos de ocio en la medida de lo permitido.

La noche comenzó tranquila, con una cena en un restaurante local, pero se fue animando al pasar por diferentes bares y lugares de ocio. Sin embargo, el entusiasmo del grupo se salió de control cuando volvieron al buque más tarde de lo permitido. Este retraso generó una amonestación para todos los implicados, incluida la princesa.

Las amonestaciones no afectan a la princesa Leonor

Aunque Felipe VI y Letizia han insistido en que Leonor debe ser tratada como cualquier otro cadete, su posición como heredera le otorga una condición especial que dificulta la aplicación estricta de ciertas normas. En este caso, la amonestación no tendrá consecuencias significativas para la princesa, aunque ha generado comentarios sobre cómo se gestionan estos incidentes dentro de la Armada.

Este episodio ha puesto en el centro de atención la convivencia entre la vida militar estricta y la figura pública de Leonor. Aunque la velada podría haber sido una simple salida recreativa, el retraso y la consiguiente reprimenda han suscitado debate sobre cómo equilibrar su papel como cadete y su posición como futura reina.

El Juan Sebastián Elcano zarpa este jueves rumbo a Salvador de Bahía, Brasil. A medida que Leonor avanza en esta experiencia, queda claro que su paso por el Elcano no solo le aportará formación militar, sino también lecciones sobre la responsabilidad y la exposición mediática inherentes a su posición como heredera al trono.