El pasado 17 de agosto Leonor ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza para dar inicio al primer año de su formación militar obligatoria para cualquier futuro Jefe de Estado. Felipe y Letizia han pedido que no se haga ninguna distinción con ella, será tratada como al resto de sus compañeros, no obstante, para poder cumplir con todos los objetivos, realizará dos cursos en uno. El próximo 7 de octubre, cuando jure la bandera, pasará automáticamente a segundo año.
La Ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó las instalaciones para ver que todo estaba en orden para recibir a la princesa. La adolescente duerme en una habitación con otros diez compañeros, comparte aseo y ducha, aunque dispone de una sala de uso personal. Independientemente de sus calificaciones, Leonor recibirá siempre la máxima puntuación para recibir las condecoraciones de todos los ejércitos, independientemente a las notas de sus compañeros.
Leonor tenía una plaza garantizada en la Academia Militar, independientemente de sus resultados. La princesa no ha tenido que superar las altas pruebas físicas. Para entrar en el centro militar, todos los alumnos debían obtener una nota de corte de la selectividad superior al 12. A la hija de los reyes no le ha hecho falta porque ella estudió el bachillerato internacional, lo que le permite entrar a cualquier carrera independientemente de los resultados. Tampoco le ha hecho falta el nivel de inglés, ella lo habla desde recién nacida. Y respecto a las pruebas físicas, se ha hecho la vista gorda. La hermana de Sofía no llegaba al nivel a pesar de recibir clases durante todo el verano con un entrenador específico para estos casos.
Leonor cuenta con un profesor particular para llegar al nivel exigido en el centro militar
La futura Jefa de Estado cuenta con una tutora en el centro, además de un profesor particular para su formación. Leonor cumple una semana en la academia y se encuentra totalmente integrada, muy contenta con sus compañeros. No obstante, necesita ayuda para algunas pruebas físicas, no tiene el nivel suficiente. "Su adaptación está siendo muy buena. Tanto es así que aprovechó la tarde libre, la primera del pasado domingo, para salir con un grupo de compañeros a tomar algo por Zaragoza", comenta una persona cercana a la familia Borbón Ortiz a ‘El Español’.
“Le teme a las maniobras”, revela esta misma fuente. Mientras las clases teóricas no tienen ningún problema para ella, es una estudiante muy aplicada, la práctica no se le da tan bien.
Las diferencias con el internado de Gales son muy notables. Lo que peor lleva es compartir aseo con otras diez personas. "Eso puede ser lo que peor lleve, está acostumbrada a una privacidad de la que ahora no va a disponer. Se tendrá que duchar con otras chicas y solo podrá disfrutar de la soledad en su zona de estudio. Además, tiene un pequeño, pequeñísimo (como le ha dicho a su madre y hermana) armario", comenta la misma fuente.