Este jueves se cumplió una semana desde que la princesa Leonor entró en la Academia Militar de Zaragoza para empezar su formación en el ejército. La futura reina pasará los próximos tres años formándose con otros soldados, pasando por tres cuarteles en los que formará parte de los tres ejércitos: tierra, mar y aire.

Los primeros días para Leonor ha sido relativamente sencillos. La adaptación nunca suele ser demasiado dura. Conocer las instalaciones, a los compañeros, las rutinas, el programa de la Academia… En todo caso, lo que peor ha llevado son los madrugones. Cada mañana tiene que levantarse alas 6:30 de la mañana.

Lo peor para Leonor en la Academia militar está por venir

Pero como decíamos, estos han sido solo los primeros días. La formación se endurece a medida que avanza el curso. Lo peor está por llegar. De hecho, hay algo que tiene a Leonor con el ojo avizor: las maniobras.

Leonor con un profesor

Porque una de las exigencias de los responsables a los futuros alumnos de la Academia es tener un buen estado de forma. Un buen estado físico es imprescindible para superar las pruebas a las que se someterán los futuros soldados. Y tenerlo formaba parte de los requisitos.

Problemas con las maniobras

Leonor, sin embargo, no ha tenido tiempo de ponerse en forma este verano. La princesa tenía intenciones de someterse a un plan de ejercicio para ponerse en forma y llegar en las condiciones exigidas a la Academia. Pero los compromisos públicos y el periodo de descanso que se ha tomado después de haber pasado los últimos dos años en Gales y antes de pasar tres años en la formación militar no le han dejado tiempo ni para realizar unas pocas flexiones.

Tanto es así que Leonor ha llegado a la Academia sin capacidad para adaptarse a los requisitos mínimos de las maniobras que se realizan fuera del aula. Prácticas que requieren mucho esfuerzo y resistencia, ya no solo por el tipo de pruebas, sino también por el calor que se ha dado estos días en Zaragoza. “Las maniobras, eso es lo que más teme Leonor. Pero no porque le dé miedo algo, sino porque su padre le ha hablado del calor que hace en el campo de San Gregorio, donde se hacen, aclara esta fuente próxima a la Familia Real”, confirma una fuente para El Español.