Los reyes Felipe y Letizia han mantenido a sus hijas, Leonor y Sofía, alejadas de las ostentosas celebraciones de la realeza, una decisión que ha generado críticas entre los herederos de otras monarquías europeas. Esta estrategia, orientada a inculcar una vida más sencilla y discreta, ha marcado una diferencia notable en la percepción de la princesa de Asturias entre sus pares.
La política de Letizia de mantener a sus hijas alejadas del glamour y las tradiciones de la realeza europea ha sido vista por algunos como un esfuerzo por modernizar la imagen de la monarquía española. No obstante, esta visión más austera y plebeya ha creado fricciones y una percepción de aislamiento.
Un claro ejemplo de este distanciamiento fue la notable ausencia de Leonor en el 18 cumpleaños de Christian de Dinamarca, un evento que reunió a la nueva generación de reyes y reinas. La falta de la princesa en esta celebración fue muy criticada y evidenció la distancia existente entre Leonor y el resto de los príncipes herederos. Se señaló que mientras otras monarquías aprovechan estos eventos para estrechar lazos, Leonor parecía estar apartada de este círculo.
Las royals europeas miran de reojo a la princesa Leonor, no la consideran de las suyas
Además, cuando Leonor alcanzó la mayoría de edad el pasado 31 de octubre, la Casa Real optó por una celebración íntima y familiar, evitando las grandes puestas de largo que son comunes en otras monarquías. Esta decisión también fue mal vista por los demás miembros de la realeza europea, ya que no se invitó a ningún representante de otras casas reales. Este enfoque minimalista, impulsado por Letizia, busca resaltar una imagen más moderna y accesible de la monarquía española, pero ha generado incomodidad y recelo entre sus pares.
En los próximos Juegos Olímpicos de París, Leonor tendrá la oportunidad de reencontrarse con muchos de estos royals que no la ven con buenos ojos. Se espera que la heredera de la corona de España asista junto a su hermana, la infanta Sofía, y su abuela, la reina emérita Sofía. Estas tres, junto con los reyes Felipe VI y Letizia, serán los únicos representantes de la casa real española en el evento deportivo internacional.
Encuentro con el ‘enemigo’
La presencia de Leonor en París será una prueba de fuego, ya que se encontrará cara a cara con autoridades monárquicas que siempre la han mirado con cierta desconfianza. Confirmados para asistir a la capital francesa están Guillermo y Máxima de Holanda, quienes apoyarán a la delegación de los Países Bajos junto a sus hijas Amalia y Alexia; los príncipes Haakon y Mette-Marit junto a su hija Ingrid Alexandra; así como los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, y Federico y Mary de Dinamarca.