El final de curso escolar ya está a la vuelta de la esquina para millones de estudiantes de todo el mundo. Para todos, sí: no importa si eres rico, pobre, royal o plebeyo. Dentro de unos días empiezan las deseadas y merecidas vacaciones de verano. Una gran noticia con ciertos matices. Porque hay quien quizás eche mucho de menos su rutina: no tanto por las clases, profesores, etcétera, sino por las compañías. Es lo que le pasará por la cabeza a la princesa Leonor, que está a punto de poner el punto final al primero de sus dos cursos de Bachillerato Internacional en el elitista UWC Atlantic College de Gales, el internado donde ha empezado a descubrir un mundo (más o menos) real, lejos del corsé familiar e institucional que oprime a la adolescente de 16 años.

La princesa Leonor a su llegada al internado de Gales / Europa Press

El sábado a las 10 de la mañana todo el mundo tiene que abandonar las instalaciones del centro educativo y volver a sus lugares de origen. Allí dejará experiencias que han empezado a marcar su personalidad de adulta: fiestas, desenfreno juvenil y, evidentemente, el estallido de sentimientos de aquellos que hacen cosquillas en el estómago. Situaciones que no tienen nada que ver con su vida anterior bajo el ala protectora de Letizia y Felipe, como tener un novio, una ilusión romántica, un chico que le hace tilín. La cosa parece ir en serio porque el chico la acompañó al cumpleaños de su abuela, Paloma Rocasolano, durante su estancia por Semana Santa. Un joven con el pelo negro rizado y barbilla que llevaba una sudadera con el logo de la escuela.

La revista ¡Hola! fue la primera en informar de la ilusión de Leonor / '¡Hola'!

El misterioso joven es el primer amor de la princesa, cuando menos de forma oficiosa. Y eso, como todos sabemos, implica una avalancha de emociones propias de la edad. Sentimientos que estallarán cuando tengan que tomar caminos diferentes. El problema es que quizás no se reencontrarán en las aulas del castillo de St. Donat's, porque tal y como explica 'El Español', hay un dato fundamental que evitaría este extremo: es un curso mayor que ella, y puede que al acabar el bachillerato continué los estudios en otro centro. Lo que sí está claro es que habrá distancia entre ambos porque el chico tiene doble nacionalidad: brasileña y norteamericana. O montan un plan para verse durante el verano, en Madrid o Mallorca, o la cosa se marchitará sin remedio.

Leonor está a punto de descubrir lo que supone la distancia y el amor / GTRES

Mientras buscan la manera de recuperar el contacto y su cortejo juvenil, seguro que Leonor mira con insistencia el teléfono móvil privado que le proporcionaron sus padres, y donde guardará como un tesoro los recuerdos del primer año fuera de casa. El testimonio único de sus peripecias, porque curiosamente la princesa es una especie de fantasma en las redes sociales oficiales del UWC Atlantic College: "No consta en ninguna de las 96 publicaciones" del centro. Como si no existiera. Bueno, cuando menos de frente. De espaldas si que hay una imagen.

Leonor en una fiesta en el UWC Atlantic College de Gales / Instagram

Los paparazzis que siguen la Casa Real tienen un objetivo claro este verano: cazar al novio de la heredera. El baile está a punto de empezar... mientras la princesa suspira nostálgica.