La familia real está totalmente rota y no parece que se vaya a arreglar en un futuro. Letizia y Felipe se distanciaron de todos los Borbón con tal de limpiar la imagen de la corona de las polémicas de Juan Carlos I en los últimos años. Se retiraron sus funciones institucionales y, por tanto, su salario de los Presupuestos Generales del Estado. Ahora Casa Real solo se compone de los actuales reyes y sus hijas, Leonor y Sofía en calidad de princesa e infanta, respectivamente.

Cuando todo explotó por los aires, Leonor y Sofía eran muy pequeñas, igual que Irene Urdangarin, son las nietas más pequeñas de Juan Carlos y Sofía. Desde ese momento la relación con sus otros primos ha sido prácticamente inexistente, por ello no tienen ningún tipo de contacto, tal y como se vio en el cumpleaños de la futura reina de España. La princesa celebró el pasado 31 de octubre sus 18 años y vivió tres notables ausencias de sus primos. Por un lado, Juan y Pablo Urdangarin, y por otro, Victoria Federica.

Casa Real Leonor y Sofia

La hija de la infanta Elena ha mandado todo su apoyo a Leonor para zanjar los rumores de una mala relación, pero también asegura que no tiene ningún contacto, tal vez por su faceta de futura reina y por su diferencia de edad, según ella. Tampoco con la infanta Sofía. Juan Urdangarin, por su parte, estaría muy dolido con los reyes por el trato a su padre.

Todos sus primos se separan de Leonor y Sofía 

Iñaki Urdangarin pagó con el ingresó en prisión por el caso Nóos para demostrar que la justicia era igual para todos. Juan Carlos no quiso, pero no le quedó más remedio, solo pudo salvar a la infanta Cristina porque sino hubiese sido un gran escándalo.

Familia real al completo

La nueva generación de los Borbón ya no tiene ningún tipo de relación. Los hijos de Urdangarin sufrieron los insultos de los ciudadanos. “Iñaki iba con sus dos hijos mayores cuando entró en la panadería del paseo Bonanova, donde gritaron ‘cuidado con los bolsos’”, rememora Pilar Eyre. “Al final, los niños dejaron de salir a la calle para que no les increparan, no los periodistas, sino los ciudadanos corriendo”, continúa la periodista.

Aunque ha pasado una década de aquello, los Urdangarin han crecido alejados de Leonor y Sofía. “Ninguno de los hermanos tiene una opinión positiva de la familia de su madre: supongo que habrán oído desde pequeños que lo que hizo su padre estaba autorizado por ellos y que luego lo dejaron tirado”, manifiesta Eyre.