La princesa Leonor, heredera al trono de España, parece estar enfrentando un desafío médico similar al que ha afectado a su padre, el rey Felipe VI. Desde la juventud de Felipe, la Casa Real ha tratado con discreción la condición que ha dejado huella en su vida: la onicofagia. Este hábito de morderse las uñas ha sido evidente en numerosas apariciones públicas del rey, donde se han observado sus dedos con tiritas o heridas provocadas por este comportamiento.
Para combatir este hábito poco estético, la reina Sofía solía untarle ajo en las uñas, con la esperanza de que el desagradable olor disuadiera a Felipe de morderlas. Sin embargo, este esfuerzo no fue completamente exitoso y la manía persiste en su vida adulta.
La preocupación ahora se traslada a Leonor, quien, según informes de compañeros en la Academia Militar, también muestra signos de onicofagia. Como su padre, tiene la manía de llevarse los dedos a la boca para roer las uñas y los pellejos que quedan alrededor, causando estragos en sus manos. Consciente de su problema, Leonor siempre intenta evita que le puedan tomar fotos de sus manos, escondiéndolas o moviéndolas rápido.
La princesa Leonor hereda dos enfermedades de su padre, Felipe VI
La onicofagia no es la única condición que preocupa a la Casa Real. Leonor podría haber heredado de su padre otra enfermedad más seria: la narcolepsia. Este trastorno del sueño, menos conocido pero profundamente impactante, afectó significativamente la adolescencia del rey Felipe.
La narcolepsia es una enfermedad crónica que causa somnolencia diurna extrema y episodios súbitos de sueño profundo, y aunque no tiene cura, sus síntomas pueden ser manejados con tratamientos adecuados.
Leonor, como Felipe VI, se dormía en clase
Según Jaime Peñafiel, un conocido comentarista de la realeza, Felipe experimentó graves dificultades académicas y personales debido a una somnolencia extrema que le hacía quedarse dormido incluso estando de pie. Peñafiel describe cómo, a los dieciséis años, Felipe era un joven que luchaba contra la somnolencia constante. "Felipe con dieciséis años era un niño mal criado, flojo en sus estudios, con faltas de asistencia y puntualidad en sus obligaciones escolares, déspota y con un gran problema añadido: el sueño. Se quedaba dormido hasta de pie. Sobre las siete y media de la mañana, la primera labor era despertarle de su habitualmente pesado sueño con toda clase de artimañas", relató Peñafiel. El comentarista sugirió que estos episodios de sueño podrían deberse a la narcolepsia, una condición que se manifiesta con un sueño incontrolable y repentino.
Un problema que, como decíamos, también estaría enfrentando la heredera. Según algunas fuentes internas de la academia, Leonor ha sido vista durmiéndose en clase en varias ocasiones. "Alguna vez se duerme en clase”, apuntó una fuente recogida por Monarquía Confidencial.