Felipe y Letizia estuvieron deliberando junto a sus asesores para determinar el momento más adecuado para visitar las áreas de Valencia que fueron afectadas por la DANA en Valencia. Después de analizar varias opciones, decidieron que el mejor día para el desplazamiento sería el domingo pasado. Sin embargo, al llegar a la región, los ciudadanos valencianos expresaron su descontento, señalando que las ayudas llegaron demasiado tarde, por ello la presencia de los reyes y de las autoridades políticas eran innecesarias. Los residentes locales manifestaron su frustración, destacando que, ante la falta de apoyo externo, fueron ellos mismos quienes se organizaron y se brindaron apoyo mutuo durante los momentos de emergencia.
Una de las razones que demoró la visita de los monarcas a localidades como Paiporta y Chiva fue la estancia de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, en el Palacio de la Zarzuela debido a la festividad de Todos los Santos. Durante esa semana, las jóvenes disfrutaban de un breve receso: Leonor debía regresar el domingo mismo a la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, mientras que Sofía volvía a su internado en Gales tras sus vacaciones de otoño. Letizia prefirió no exponer a sus hijas al clima de tristeza y tensión que se vivía en Valencia, considerando también que la visita sería en compañía del presidente Pedro Sánchez y de Carlos Mazón, lo que implicaba una gran carga emocional y mediática.
Por otro lado, la familia real celebró de manera privada el cumpleaños de Leonor el 31 de octubre. Como no se trataba de un aniversario tan significativo como la mayoría de edad, optaron por una celebración discreta y familiar. Leonor, quien cumplió 19 años, pasó el día rodeada de sus padres, Felipe y Letizia, de su hermana Sofía y de sus abuelas. Luego, aprovechando la noche de Halloween, organizó un pequeño encuentro con algunos amigos cercanos, siguiendo la recomendación de sus padres de mantener el evento en privado y sin atraer demasiada atención.
Las fiestas de Leonor en un piso secreto de Galicia
Durante esta celebración, Leonor se reunió con un excompañero del internado de Gales, quien viajó especialmente a España para estar con ella en su cumpleaños, alojándose en el Palacio de la Zarzuela, al igual que en Semana Santa. La relación cercana entre ambos ha generado algunas especulaciones, aunque no se ha confirmado si mantienen algún vínculo sentimental en la actualidad.
La fiesta se llevó a cabo de forma muy discreta, limitada únicamente a los amigos más íntimos de Leonor y sin salir del recinto de Zarzuela para evitar el interés público. La periodista Nuria Marín señaló que Gabriel, un amigo de la princesa, también celebró junto a algunos de los nuevos compañeros de Leonor de la Escuela Naval de Marín, la Academia General Militar de Zaragoza y del internado de Gales. Además, Nuria detalló una imagen en la que aparece Teresa, una amiga de Leonor, con un gorro similar al usado por la princesa en el desfile militar del 12 de octubre, sentada en un jardín con una botella de agua de la marca Landín Fontiña, de Pontevedra, sobre la mesa.
En este contexto, el rey Felipe VI mostró su descontento con Leonor, considerando inapropiado el momento para realizar la fiesta, incluso siendo su cumpleaños, ya que podría haber afectado la imagen pública de la familia en un momento tan delicado.