Leonor está muy cansada de la travesía del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Se le está haciendo muy tediosa. A diferencia de sus compañeros, ella nunca había vivido una experiencia de este estilo, no se había formado previamente para tal fin. Además, Casa Real ha decidido una vez más que no se haga ninguna diferencia con ella. Por ello ha sufrido las duras consecuencias de vivir en el interior de un barco surcando los mares. De España a Brasil fue el camino más complicado. Tres semanas de navegación de forma ininterrumpida. Sin salir ni un solo día del barco, solo a la cubierta para realizar las guardias y las maniobras. La princesa sufrió fuertes mareos y vómitos que la mantuvieron en cama varios días sin poder asistir a clase. Era algo que estaba previsto. Es muy normal en los marineros por primera vez. Tuvo que acudir al equipo médico para que le recetasen biodramina. No ha sido éste el único problema de la hermana de Sofía. En el desembarco en Uruguay se la vio con moretones en los brazos por algunas caídas mientras hacía las guardias. El fuerte oleaje del mar Atlántico la golpeó.
Esta parte de la formación militar con la Armada se está convirtiendo para ella en una auténtica pesadilla. Ya han pasado más de dos meses y ha visitado dos países, Brasil y Uruguay. Esta misma mañana ha atracado en Punta Arenas, una pausa en este largo recorrido. Estaba previsto que lo hiciese el jueves 20 de marzo pero finalmente ha llegado dos antes por un cambio en la ruta inesperado.
El Cabo de Hornos es muy peligroso para las embarcaciones que lo cruzan
“Los vientos provenientes del oeste, especialmente durante el paso de sistemas frontales, son una característica distintiva del Cabo de Hornos. Estos vientos pueden alcanzar velocidades extraordinarias, creando un entorno desafiante y peligroso para cualquier embarcación que se aventure en la zona” explican desde Nautical Channel. Choca dos corrientes oceánicas poderosas generando aguas turbulentas y condiciones impredecibles.
Los altos cargos y el propio Felipe VI sabían que Leonor lo pasaría realmente mal en ese punto de la travesía, por ello antes de iniciar la expedición se tomó la decisión de cambiar la ruta establecida. El Cabo de Hornos es muy peligroso, y como en esta promoción viajaba la princesa no se la ha querido poner en riesgo. Fue ella misma quien pidió a su padre que no pasasen por ahí.
El camino finalmente elegido ha sido el Estrecho de Magallanes, que también suele presentar condiciones adversas, con fuertes vientos y corrientes marinas. Han intentado minimizar al máximo los riesgos. Aunque Leonor se ha vuelto a confinar en su camarote durante este último día de travesía hasta llegar esta misma mañana a Punta Arenas.