La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?, se preguntaba Rubén Darío. En el caso de Leonor, sería todo lo contrario: La princesa está alegre... ¿Qué tendrá la princesa? Y lo que tiene es que está como un niño con zapatos nuevos, está radiante porque acaba de subir a bordo del buque-escuela 'Juan Sebastián Elcano', con el que estará seis meses arriba y abajo, lejos de los padres, en alta mar, navegando con sus compañeros de promoción, decenas de guardamarinas que harán instrucción y recibirán su formación en diferentes materias mientras hacen de marineritos. Y la heredera, más contenta que unas castañuelas, "estoy muy contenta", reconocía a los curiosos que se acercaban a decirle adiós cuando subía al barco (aunque la despedida definitiva será este sábado, cuando los padres vayan a despedirla al puerto). Una heredera que incluso se saltó el protocolo cuando los vecinos de Cádiz le iban regalando las orejas. "Parece que a la joven todavía le cuesta adaptarse al férreo protocolo que dicta la Armada. En un momento dado Leonor perdía la concentración y a su salida del Ayuntamiento respondía a los gritos de los allí presentes girando la cabeza para enviarles una sonrisa a modo de agradecimiento, un gesto con el que rompía la formación", apuntan en Lecturas.
Por lo que explica la misma publicación, los compañeros de hornada de la hija de Felipe y Letizia tienen una pretensión que en pocas horas de Leonor en el barco ya se ha visto que no se cumplirá. Según explican, pretenden que la princesa Borbón sea una más, que no haya diferencias con ellos, ni tratos de favor y que se integre como el resto de cadetes que estarán allí medio año... Nada más lejos de la realidad. "Se pudo ver a la heredera conversando con sus compañeros como una más. Pese a que es consciente del título que ostenta y de lo que implica, algo que pretendería en cada una de sus formaciones sería integrarse al máximo y que las diferencias se noten lo menos posible". Pero ya se han empezado a notar, así que con este cuento a otro.
Hoy ha comenzado la ambientación y adiestramiento de los guardiamarinas a bordo del Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano".
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La Princesa de Asturias y sus compañeros han realizado diversas actividades de instrucción marinera y maniobra.
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La Princesa de Asturias participa, como guardiamarina de primero, en varias actividades de instrucción marinera y maniobra, incluida la subida a palos, en el Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano".
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La Princesa de Asturias, en el Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano" donde continuará su formación naval como guardiamarina de primero.
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La Princesa de Asturias, a su llegada al Puerto de Cádiz para embarcar en el Buque Escuela "Juan Sebastián de Elcano".
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Ya ha quedado claro, solo subir a bordo, que por mucho que lo quieran, no es una más. El miércoles, "la pretensión se rompió". ¿Cómo? Primero, por la manera como llegó al buque-escuela 'Juan Sebastián Elcano': "Mientras la princesa Leonor llegó en coche y accedió al puerto por una de las puertas principales, sus compañeros lo hicieron por otra puerta y caminando hasta llegar a la embarcación". Més: "Mientras la princesa de Asturias se mostró firme desde que bajó del vehículo y durante todo el tiempo que se le pudo ver a bordo, sus compañeros se mostraron de lo más relajados mientras formaban antes de subir al buque escuela. Mientras la heredera recorrió la embarcación en solitario y saludó a la tripulación uno por uno, sus compañeros no lo hicieron". Y es que por mucho que intenten que la estancia de la heredera sea la más similar posible al resto, sus compañeros de cabina, los otros guardamarinas que están a bordo con él, ya saben que el apellido Borbón comportará algunos privilegios que ellos no tendrán. Como cuando llegarán a Nueva York hacia junio y ella coja un avión para España para continuar su formación en una fragata.