Leonor continúa su travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, una experiencia fundamental dentro de su formación en la Armada. Durante seis meses, la princesa recorrerá los océanos en esta emblemática embarcación, viviendo en primera persona la disciplina y la rutina de la vida marinera. Su regreso a España está previsto para finales de junio, cuando culmine este periplo por los mares del mundo.

Afortunadamente, la fase más exigente del recorrido ha quedado atrás. El pasado 14 de abril, la embarcación llegó a Salvador de Bahía, Brasil, tras una larga navegación de tres semanas en las que la tripulación no tuvo la oportunidad de tocar tierra. Desde que inició esta aventura el 11 de enero, Leonor ha afrontado un intenso periodo de adaptación, que ha supuesto un reto tanto físico como mental.

Leonor

Su desembarco en Brasil fue seguido con gran expectación por los medios de comunicación. La Casa Real ya había difundido imágenes y vídeos de la princesa a bordo, mostrando su integración en la vida a bordo. En las fotografías se la podía ver subida a la arboladura de la nave o colaborando en tareas como el aferrado de velas, demostrando que, pese a su inexperiencia en este tipo de misiones, está plenamente involucrada en la rutina del buque. A diferencia de algunos de sus compañeros, que ya tenían formación previa por pertenecer a promociones anteriores, Leonor ha recibido un programa de instrucción adaptado a su perfil, algo similar a lo que ocurrió durante su estancia en la Academia del Ejército de Tierra.

Antes de que la tripulación pudiera bajar a tierra, el capitán de navío Luis Carreras-Presas ofreció una rueda de prensa desde la cubierta del barco. Poco después, el buque recibió la visita de la embajadora de España en Brasil, Mar Fernández-Palacios. Dado su estatus, las visitas de Leonor a los distintos países que forman parte de este recorrido se consideran actos de carácter oficial.

Leonor tiene cinco días libres hasta su próximo viaje 

Tras varias semanas de confinamiento en el barco, la princesa anhelaba tocar tierra firme y disfrutar de algo de libertad. El viaje ha supuesto un desafío para ella, ya que no solo tuvo que lidiar con la falta de espacio y privacidad, sino también con episodios de estrés y ansiedad. Además, los días de mala mar pasaron factura a la tripulación: más de la mitad de los compañeros de Leonor sufrió mareos y tuvo que recurrir a medicación suministrada por el equipo médico a bordo.

Ahora, la princesa podrá disfrutar de cinco días de descanso antes de continuar con su travesía. Brasil no es un país desconocido para ella, ya que tiene un vínculo especial a través de Gabriel, un amigo cercano al que conoció durante su estancia en el internado de Gales. Coincidiendo con su llegada, el país se encuentra en plena celebración del Carnaval, una de las festividades más icónicas y animadas del mundo.

Durante estas jornadas de descanso, Leonor ha aprovechado al máximo su tiempo junto a compañeros y amigos que han acudido a visitarla. En una de las noches más festivas, la princesa disfrutó del ambiente con música, disfraces y bebidas, dejándose llevar por la energía del Carnaval. Sin embargo, la diversión se alargó hasta altas horas de la madrugada, y su regreso al barco no pasó desapercibido. Leonor llegó algo afectada y necesitó ayuda para llegar a su camarote, una situación que los escoltas intentaron manejar con discreción, evitando que las imágenes trascendieran públicamente.

Lonor en el Juan Sebastián Elcano