La princesa Leonor ya ha jurado bandera en la Academia General del Ejército de Zaragoza. El acto solemne, presidido por los reyes, por la ministra de defensa, de las jefes militares e incluso de la Iglesia católica, ha servido para certificar el paso de más de 400 cadetes y damas-cadete al segundo curso de su formación castrense. La hija de Felipe VI ha emulado a su padre, que cumplió con este trámite en el año 1985. Con diferencias, claro. 'El preparao' lo hacía en una ceremonia diseñada exclusivamente para él; la de hoy ha sido mixta. La idea es que Leonor sea una más de la tropa. Eso sí, con una situación de honor, de privilegio. También de presión añadida. Ya lo decíamos con lo que pasó en la ofrenda a la Virgen del Pilar: primero ella, después el resto.

La precisión y la puntualidad han sido la tónica durante la celebración del acto. A las 11:58 h, los monarcas y padres de la recluta más famosa se presentaban en la Academia y saludaban al resto de autoridades. Con el repicar de campanas y en medio de diferentes toques de corneta, ocupaban su lugar. Se notaba que estaban emocionados, expectantes, con un poco de miedo por la puesta en escena de las fuerzas armadas. Tenía que salir todo bien y evitar numeritos como aquel de la farola. Pero aquí todo está mucho más mesurado, es difícil liarla gorda. Se han mirado de reojo cuando Felipe ha pasado revista a la tropa.

Felipe y Letizia en la jura / TVE
Felipe y Leonor en la jura / TVE

Leonor, tiesa como un palo, con las córneas sufriendo por los rayos solares, con cara rarísima, gesto ausente. Extraterrestre. El 'barbuquejo', la cinta que aguanta el sombrero de gala, no ayudaba mucho. Pero claro, las costumbres, liturgias y estilos militares son los que son. Y España, especialmente, es peculiar en este sentido: piensen en la cabra de la Legión, por ejemplo. La heredera del trono ha sido la primera en besar la bandera, y lo hacía en un primer turno individual. Era el gran momento. La joven temblaba, Felipe contenía la respiración. Letizia sonreía más que de costumbre. El operativo antes de plantar el beso salía de aquella manera, pero sus labios rozaban el objetivo. Misión cumplida. En parte, claro.

Leonor besa la bandera / TVE

La dama-cadete desfilaba por todo el patio de armas de la General, solita, manteniendo el paso y haciendo kilómetros antes de pasar a ocupar su posición para la segunda pasada, en esta ocasión en formación de en tres. Los reyes respiraban aliviados y esperaban el momento de volver a verla de cerca. La espera se ha hecho larga, Leonor se aburría. Y ha perdido un poco de rigurosidad en su esfuerzo interpretativo. Después, cabizbaja, ha pasado bajo la bandera. Y por fin, la liberación. A otra cosa, mariposa, que octubre viene fuerte. Jura de bandera, de la Constitución, cumpleaños y mayoría de edad. Nos cansaremos de Leonor.

Leonor aburrida / TVE
Leonor cabizbaja / TVE
Leonor mira a sus padres / TVE