Es evidente que Leonor ya no es ninguna niña. A los 16 años voló del nido para estudiar bachillerato internacional en el prestigioso internado UWC Atlantic College de Gales. Una aventura de dos años. Durante ese tiempo solo venía a Zarzuela en las vacaciones escolares de invierno, primavera y verano, como ahora sucede con la infanta Sofía. Gracias a esta decisión, la princesa ha podido sentirse libre e independiente. Por un tiempo ha podido ser una adolescente como otra cualquiera, totalmente anónima, alejada del foco mediático. El centro escolar velaba por su seguridad. Solo en una ocasión se filtró una fotografía de la joven jugando a voleibol, un deporte que practica habitualmente, con sus compañeros.
A sus 18 años y con la jura de la Constitución, su vida dio un giro de 180 grados. Ahora mismo es toda una mujer, ya no es ninguna niña. Debe hacer frente a mayores responsabilidades. La joven tiene su propia agenda real, y a partir de ahora acudirá sola a todos los actos o en compañía de su hermana, la infanta Sofía. No obstante, Felipe y Letizia prefieren ir poco a poco y no sobreexponerla. Ahora mismo desean que se centre en sus obligaciones que son sus estudios, sigue los pasos de su padre, una persona a la que admira. Y no les está funcionando nada mal porque Leonor aprueba con nota según los ciudadanos. Es la confianza que hace falta para que la corona recupere la estabilidad total, alejarse para siempre del apellido Borbón.
Leonor se salta la regla número uno de Letizia
Leonor crece, y Letizia no está muy contenta con ello. La princesa empieza a descubrir mundo y desde que está en Zaragoza no la ha podido controlar tanto como le hubiese gustado. En estos meses, la princesa se ha saltado todas las normas de la reina. Empezó a frecuentar discotecas con sus amigos, en las que bebía alcohol y se pasaba hasta las tantas de la madrugada. En una ocasión, según testigos, la vieron agolpada a las puertas con varios amigos mientras conversaban y fumaban un cigarro electrónico. Pero también se la ha podido ver por los bares de la ciudad mañana. Ha abusado de los fritos y los bocadillos, así como de las hamburguesas y las pizzas. Todo lo que Letizia denominaría comida basura y en casa están prohibidos.
Incluso en el centro militar come algunos alimentos prefabricados o comida rápida. A diferencia del internado de Gales, donde ella misma controlaba el menú, aquí no le dejaron entrometer las narices, la expulsaron. Leonor por fin es una mujer libre, pero ha recaído en sus vicios, la mala alimentación. Y eso tiene sus serias consecuencias.
De hecho, ayer mismo reapareció con el X aniversario de la proclamación de Felipe VI y preocupó a muchos al mostrar una cara muy redondeada, con mofletes y un traje camisa demasiado apretado. Ha subido varios kilos y no es saludable. Además, tiene que practicar más deporte, que tampoco lo hace.