La reina Letizia, conocida por su enfoque estricto hacia la alimentación saludable, se encuentra profundamente angustiada por la situación de su hija. A lo largo del último año, Letizia ha intentado, sin éxito, que Leonor supere esta adicción. La princesa ha desarrollado una dependencia alarmante de la comida rápida, especialmente pizzas, hamburguesas y dulces, lo que ha causado un evidente desequilibrio en la dieta cuidadosamente controlada por su madre durante su niñez.

La obsesión de Letizia por la alimentación sana es bien conocida, tanto por la prensa como por el público. Su enfoque en una dieta basada en productos frescos, evitando azúcares y alimentos procesados, ha sido una constante en la vida de sus hijas, Leonor y la infanta Sofía. En su hogar, los dulces y las golosinas estaban prácticamente prohibidos, y Letizia incluso se aseguraba de que en el colegio se les proporcionaran menús especiales que excluyeran alimentos que no cumplieran con sus estrictos estándares.

La reina Letizia no consigue sus objetivos relacionados con la alimentación de la princesa Leonor

Sin embargo, la estricta disciplina alimenticia impuesta por su madre parece haber tenido un efecto contrario en Leonor. Durante su estancia en Gales, lejos del control directo de Letizia, la princesa comenzó a explorar la cultura gastronómica local, frecuentando restaurantes de comida rápida y desarrollando un gusto por los dulces y la bollería.

Leonor bikini
Leonor bikini

Preocupada por la salud de su hija, Letizia organizó un tratamiento profesional con nutricionistas para que Leonor recuperara un equilibrio en su dieta tras su primer año en Gales. Y durante el verano y su segundo año en Gales, la princesa siguió estas pautas, mostrando signos de mejoría. Y también en las semanas previas a iniciar su formación militar. Sin embargo, tras su ingreso en la Academia de Zaragoza, Leonor volvió a caer en viejos hábitos, ignorando las recomendaciones y el tratamiento recibido en forma de dietas. Ha sido vista en varias ocasiones disfrutando de menús consistentes en pizzas y hamburguesas en locales de comida rápida. El local más frecuentado por Leonor y sus compañeros ha sido El Tuno, en la zona universitaria de la ciudad aragonesa.

Leonor pasa de tratamientos relacionados con la alimentación

Esta recaída ha generado una profunda preocupación en la Casa Real, ya que el aumento de peso de la princesa y su visible disminución de energía son signos claros de que la situación está fuera de control. Los expertos advierten que la adicción a la comida rápida y una alimentación desordenada pueden tener graves consecuencias para la salud, tanto física como mental. En el caso de Leonor, existe el riesgo de que este problema evolucione hacia trastornos alimenticios más serios si no se toma acción de manera inmediata.

Pelipe, Leonor, Sofía y Letizia Europa Press
Pelipe, Leonor, Sofía y Letizia Europa Press

No obstante, la princesa parece indiferente a las preocupaciones de su madre y de los expertos, rechazando cualquier intervención profesional que le recomiende dietas y pautas. De momento sigue de vacaciones y, en cuanto vuelva, se trasladará a la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, donde entrará a formar parte del ejército del agua, todo ello lejos del control de su madre. A favor de Letizia, sin embargo, juega que Leonor pasará algunos meses en alta mar, donde será difícil que en alta mar encuentre esas pizzas y hamburguesas que tanto le gustan.