La dinámica entre la reina Letizia y la princesa Leonor ha experimentado un cambio drástico en los últimos tiempos. Anteriormente, Letizia mantenía un control estricto sobre la vida de su hija, desde su dieta hasta sus amistades, incluso visitándola en Zaragoza con regularidad. Sin embargo, este vínculo ha comenzado a desvanecerse recientemente.
Durante años, Letizia ha mantenido a Leonor y a la infanta Sofía bajo una supervisión constante, buscando controlar todos los aspectos de sus vidas. Desde el menú que consumían ella y su hermana en el colegio Santa María de los Rosales, hasta pedir informes diarios a los responsables del internado de Gales o a los altos cargos de la Academia Militar. Sin embargo, la princesa Leonor ha llegado a la mayoría de edad y ahora busca independencia. Ya no es una niña.
Aumenta la brecha entre la reina Letizia y la princesa Leonor
La distancia que las separa y el tiempo que han dejado de pasar juntas al estar Leonor en la Academia Militar ha tenido mucho que ver. Y también las revelaciones sobre las presuntas infidelidades de Letizia al rey Felipe VI, que han contribuido a distanciar aún más a madre e hija. Este episodio ha generado una sensación de decepción en Leonor, que espera respuestas acerca de lo que cuenta Del Burgo, así como de lo que se ha dicho acerca de que pensaba abandonarla a ella y a su hermana, la infanta Sofía, para empezar una nueva vida en Nueva York.
El que Leonor ya no sea una niña no deriva solo en que ahora hace preguntas sobre cosas que antes no se había atrevido a cuestionar. También tiene actitudes de mujer joven con ganas de vivir la vida.
La princesa Leonor, como su madre, cuida su imagen personal
En los últimos meses se han filtrado numerosas fotos de Leonor saliendo de fiesta por la zona universitaria de Zaragoza o por Madrid, donde ha sido vista en reservados de locales muy exclusivos de la capital. Prácticas que ni se planteaba hace unos meses.
Asimismo, también ha adquirido hábitos propios de una joven de su edad. Como a su madre, a Leonor también le gusta cuidar su imagen. Es por eso que, según nos cuentan, desde el pasado verano, cuando volvió de Gales, se ha estado sometiendo a un tratamiento de depilación láser. Un tratamiento que requiere que pasen entre 4 y 6 semanas entre sesión y sesión, y que lleva a cabo en el centro estético al que ha ido Letizia durante sus años en la casa real. Unos arreglos estéticos que tienen tanto que ver con el querer lucir una imagen impecable como con evitar comentarios en la Academia Militar de Zaragoza, donde en ocasiones le toca compartir vestuario con otras cadetes.