Tenemos desenlace de una historia triste, decepcionante, incluso ridícula. La protagonista es la princesa Leonor, dama-cadete en la Academia General Militar de Zaragoza. El caso empezó hace 2 meses, cuando nos informaban de la inminente publicación de una revista con fotografías inéditas, singulares y exclusivas de la hija de Felipe VI y Letizia. No se trataba de una cabecera mainstream, no era '¡Hola!'', ni 'Lecturas', ni tampoco 'Semana'. Frío, frío. Hablamos de 'Alabarda', editada por las propias Fuerzas Armadas españolas, concretamente por la Guardia Real. Cada año llenan un montón de páginas con información, fotos, reportajes y artículos diversos sobre la vida castrense y la actividad del cuerpo, solo apta para muy cafeteros. Pero este año el público objetivo se multiplicaba, y todo gracias a la heredera al trono.
'Alabarda' celebraba una edición especial, la número 34, aprovechando que Leonor es la estrella rutilante del universo militar español. Febrero era el mes escogido para la gran ocasión. Sin embargo, no acababa de llegar el momento. Y las excusas no hacían más que disparar la expectación: la selección de imágenes exhaustiva, que si querían que la exclusiva fuera primero en papel... Un festival del humor. En todo caso, sí que pensamos que si tardaban tanto, es que el material tenía que ser buenísimo. Y así hemos estado hasta este 3 de abril. Una eternidad. ¿Y con qué resultado? Pasen y vean:
De las 172 páginas del número, solo encontramos 4 imágenes de la princesa. 2 de la jura de bandera, 2 de la jura de la Constitución. Todas ellas manidas, vistas y revistas, y sin ningún valor. De hecho, una de las instantáneas parece eso de '¿Dónde está Wally': se trata de un retrato amplísimo del Congreso de los Diputados, y una de las minúsculas figuritas corresponde a la princesa. La portada sí que la dedican a la royal, también la contraportada. Pero la irrelevancia es demoledora, como homenaje es patético. Una estafa. Vamos, por lo tanto, a la letra pequeña. A los artículos que le dedican. Spoiler: da miedo.
La figura de Leonor se utiliza en diferentes textos, la mayoría crónicas de los actos de jura o incluso el 12 de octubre, utilizando un estilo marcial, barroco y exasperantemente aburrido que asusta al lector más sacrificado. En todo caso, hay una magnífica aportación, dicho con toda la ironía del mundo, como la de encontrar la colaboración especial y específica de uno de los periodistas más polémicos del panorama español: Jorge Bustos, jefe de opinión de 'El Mundo'. Bustos, enfant terrible de la fachasfera, no dedica sorprendentemente su loa cortesana a la princesa, sino a su hermana infanta: "La decisión de Sofía de España". Pero vaya, que también se deshace por Leonor:"Uno piensa más a menudo en su hermana Sofía. De la heredera al trono los españoles empiezan a saber cada vez más cosas, y según todos los indicios les gusta mucho lo que van conociendo. No creo que me ciegue el chovinismo si afirmo serenamente que no hay en estos momentos ninguna monarquía del mundo que pueda competir en fotogenia viral y modernidad estética con la Princesa de Asturias. Pero Leonor tiene una hermana pequeña que es el testigo más cualificado de su trayectoria, la influencia más decisiva de su vida después de sus padres, y de la que apenas sabemos nada". Este es el nivel. Tanto afilar la alabarda, ha quedado inservible. Al punto limpio.