La princesa Leonor, actualmente estudiante en la Escuela Naval Militar de Marín, en Galicia, ha sido objeto de atención mediática no solo por su intensa formación militar, sino también por sus escapadas a Zaragoza, ciudad donde cursó su primer año de formación en la Academia General Militar. Según diversas fuentes, Leonor ha aprovechado sus descansos en la rutina naval para reunirse en Zaragoza con amigos que hizo durante su estancia en la Academia, en un ambiente más relajado y alejado del protocolo que define su vida pública.
Estas escapadas no han pasado desapercibidas, especialmente porque se contraponen a las críticas sobre su limitada presencia en actos de relevancia institucional. La periodista Pilar Eyre, conocida por su análisis de la monarquía, ha expresado su sorpresa por la falta de implicación de Leonor en actos como los relacionados con la DANA en Valencia.
La princesa Leonor, en el punto de mira por su ausencia en Valencia
Eyre considera que la princesa debería mostrarse cercana a los jóvenes voluntarios y al personal militar que participa en labores de ayuda humanitaria, especialmente ahora que está inmersa en su formación militar y adquiriendo valores que supuestamente reflejan el compromiso de la Corona.
“Tiene que estar a la altura de ellos, tiene que participar de sus causas. Y más ahora que está en el ejército. El ejército ha ido y ella es guardamarina. No sé porque no ha ido. No lo entiendo”, señala Eyre en uno de sus vídeos publicados en su canal de YouTube, añadiendo que su ausencia en este tipo de eventos podría perjudicar su imagen pública. “Está educada en los valores de sus padres, y no entiendo como no acude con sus padres o sus compañeros. Esto está haciendo daño a su imagen”, comenta.
Leonor sí encuentra tiempo para irse a Zaragoza
En contraste, Leonor parece haber encontrado en Zaragoza un refugio social que, según quienes la conocen, le permite desconectar de las estrictas exigencias de su vida pública. La princesa mantiene una estrecha relación con compañeros de su etapa en la Academia Militar, y ha viajado en varias ocasiones para disfrutar de reuniones y eventos en la ciudad. Estas visitas han despertado comentarios tanto dentro como fuera de los círculos monárquicos, algunos celebrando su deseo de mantener amistades genuinas, y otros criticando su aparente falta de prioridad hacia actos de mayor trascendencia oficial.
El debate sobre el equilibrio entre los compromisos institucionales y la vida personal de la princesa ha cobrado fuerza. La Casa Real ha insistido en que Leonor está cumpliendo con sus responsabilidades, pero no ha ofrecido explicaciones sobre su ausencia en Valencia, un gesto que muchos consideran habría reforzado su conexión con la ciudadanía. Lo único que se ha dicho es que el Gobierno no le ha permitido ir. Mientrras que algunas fuentes señalan a Letizia por no querer que su hija realice trabajos militares en público. Sin embargo, la facilidad con la que organiza sus visitas a Zaragoza pone de relieve una diferencia significativa en las prioridades de su agenda no oficial.