La princesa Leonor, en su rol de futura reina de España, ha estado en el centro de la atención mediática desde hace años, no solo por su creciente protagonismo público, sino también por ciertos aspectos médicos que han requerido intervención. Uno de los detalles que más ha llamado la atención es su impecable dentadura, fruto de un tratamiento que va más allá de la estética y responde a una condición de salud que afecta también a su capacidad de hablar correctamente. Esta condición, conocida como agenesia, es una anomalía que impide la formación de ciertas piezas dentales, lo cual no solo compromete la funcionalidad de la masticación sino también la pronunciación y la dicción.
La agenesia dental que padece Leonor implica que dos de sus dientes permanentes nunca llegaron a desarrollarse, una situación que la ha llevado a requerir un seguimiento odontológico desde temprana edad. La ausencia de estas piezas, al no ser tratada, puede ocasionar problemas en la articulación de las palabras y otros desafíos en la pronunciación.
La agenesia dental de la princesa Leonor es hereditaria
La intervención para paliar los efectos de esta condición se realizó, además, bajo la estricta supervisión de especialistas en Madrid. Estos indicaron que la solución inicial para cubrir la falta de dientes sería el uso de prótesis dentales temporales hasta que pudiera someterse a una intervención más definitiva.
A pesar de la recomendación de los odontólogos de esperar hasta los 23 años para una corrección permanente, edad en la que se considera que el crecimiento craneofacial ha culminado completamente, la agenda pública de Leonor, sus compromisos de protocolo y su papel como futura reina aceleraron la toma de una decisión anticipada.
Un problema que no solo es estético, también afecta a su oratoria
Así, la princesa se sometió a un tratamiento que le ha permitido lucir una dentadura completa y bien alineada. Con ella, la heredera también logra articular sus palabras con claridad, aspecto fundamental para sus discursos y apariciones públicas.
La preocupación de la reina Letizia por este aspecto va más allá de lo visual. La madre de Leonor ha estado al tanto de cada fase del tratamiento de su hija, consciente de que las ausencias dentales pueden afectar tanto la imagen pública de la futura reina como sus habilidades oratorias, una capacidad que la princesa ha comenzado a desarrollar con rigor, especialmente tras su mayoría de edad. Letizia ha sido meticulosa en velar por la salud de su hija, ya que comprende la importancia de cada detalle en la proyección de la imagen de la heredera, la cual, en el caso de Leonor, se asocia con una sonrisa segura y una presencia impecable.