Leonor está a punto de hollar la cumbre a su etapa militar, de empezar la segunda mitad de los tres años de Ejército. Zarzuela y el Ministerio de Defensa se inventaron un trienio miltar entre el Bachillerato en Gales y la etapa universitaria que se tendrá que definir pero según algunas fuentes será una carrera de ingeniería. La futura jefa de las Fuerzas Armadas vive de lleno el proceso para endurecer su imagen y empoderarla ante los militares, el gremio que más la considera de los suyos. Si nadie se esperaba que la hija de Felipe ingresaría de verdad tantos días seguidos como 3 años, todavía resultaba más increíble que obliguen a Leonor a pasar por un aro muy poco principesco: pasarse siete meses, de enero a julio, navegando con Juan Sebastián Elcano. Zarpará de Cádiz el 11 de enero y volverá en julio. Una travesía por todo el Atlántico y rodeando América para aprender a navegar y a vivir en una pequeña cabina, en alta mar o en puertos americanos. Será como su tío Iñaki Urdangarin en la prisión de Brieva, pero de verdad.
Para despedirse de su estancia en Pontevedra, La voz de Galicia explica qué ha hecho Leonor este pasado sábado: una comida y un cena-baile de la madrugada: "El sábado por la mañana, en compañía de un grupo grande de chicos de su edad y vestida con uniforme militar, acudió a comer a un furancho". Es un local familiar para vender el vino sobrante y tapas. Por la noche celebró El Baile de Ciento en la Academia, el despido de fiesta de todos los marineros que se marcharán de viaje largo. Uno de los destacados es que fue vestida con uniforme de la Marina, pero con pantalones en lugar de faldas. Marca así una decisión sobre cómo quiere reinar: no quiere ropa de mujer y ropa de hombre sino ropa, la que no contenga connotaciones de género. Es cierto que nunca ha vestido falda militar: "Leonor, al igual que sus compañeros, llevaba puesto el uniforme de gala de la Armada. Algunas compañeras lucían falda, pero ella apostó por el uniforme de pantalón (en color azul marino). El hecho de que fuese exactamente igual que todos sus compañeros la hacía pasar más desapercibida aún". La mayoría son hombres y ella quiere ser como la mayoría.
Quien espere ver Leonor con falda tendrá que esperar más. No va casi nunca con faldas, por descontado como militar ni hablar, y en el cumpleaños de princesas europeas como Amalia de Holanda. Leonor marca los 19 años aislándose de los looks de princesa y abrazando la normalidad de uniforme. Otra cosa es si se desmarca de madrugada. Hubo fotos de Leonor peligrosas, con muecas y ropa divertida, que sus escoltas requisaron: "La princesa Leonor contaba con personal de seguridad, que intervenía si alguien amagaba con hacerle fotos. A quienes le pidieron retratarse con ella les dijo, amablemente, que esa noche estaba reservada para festejar con sus compañeros y que en otra ocasión sí se dejaría fotografiar. Eso sí, repartió besos y sonrisas por doquier y quienes estuvieron allí insistieron en sus tablas para ser amable y cercana con todos cuantos acudieron a saludarla. Donde sí se fotografió la princesa fue en un photocall preparado para la ocasión en el que, como en cualquier fiesta que se precie, había gorros y demás atuendos para posar de forma divertida. Lo hizo rodeada por sus compañeros pero, al parecer, las imágenes las recogía el personal de seguridad".
La futura jefa de Estado habrá superado la primera parte de la formación militar sin escándalos, pero con los escoltas salvándola. Ahora empieza la parte pesada: zarpar.