Tampoco hace falta ser un experto en todo lo que sucede alrededor de la familia real española para darse cuenta de que la institución ha tenido como uno de sus grandes objetivos en los últimos años separar de forma clara y evidente a la anterior monarquía, sobre todo a Juan Carlos I, de la actual, la de los reyes Felipe y Letizia así como de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Y es que teniendo en cuenta todas las polémicas y todas las noticias relacionadas con el emérito que han aparecido en los medios en los últimos años no han hecho otra cosa que poner el punto de mira en la institución, en la casa real saben muy bien que lo mejor que pueden hacer es alejar al máximo, tanto físicamente como moralmente, al emérito tanto del rey actual como sobre todo de la futura reina, Leonor.

No es casualidad entonces que, mientras no dejan de aparecer noticias muy negativas del emérito en los medios, algo que evidentemente cuenta con el ok de la Zarzuela, tampoco dejan de aparecer noticias muy positivas de la princesa Leonor y de su exitoso camino hacia el trono.

Leonor empieza a cambiar de trinchera

Lo curioso en este caso es que, teniendo en cuenta que Letizia siempre ha sido una mujer que ha estado en contra de su suegro, entre otras cosas porque sabía muy bien muchas de las polémicas que han aparecido en los medios y lo poco morales que han sido muchas de sus acciones, ahora que ya es mayor de edad su hija Leonor está empezando a tener cierta simpatía por su abuelo paterno, y ya no está tan alejada de él como muchos creen.

Leonor EFE

Es cierto que la futura reina sabe muy bien que lo mejor que puede hacer para seguir disfrutando de la excelente imagen que tiene para muchos españoles es alejarse al máximo de su abuelo, al menos en público, pero eso no significa que en privado no esté intentando que exista un acercamiento que su madre ha impedido durante muchos años.

Este cambio de postura, este cambio de trinchera por parte de Leonor, no está provocando otra cosa que un mayor aumento entre las tensiones entre ella y su madre y, cómo no, entre Letizia y el resto de su familia política, que ven encantados este acercamiento por parte de la futura reina.