Leonor ha comenzado sus clases en la Escuela Naval de Marín un poco después que el resto de sus compañeros, pero ya ha logrado adaptarse al exigente ritmo de esta institución. El pasado jueves 29 de agosto, de manera completamente discreta, se instaló en las instalaciones y tuvo la oportunidad de conocer a sus compañeros, quienes son estudiantes de tercer año y mayores que ella. Esto se debe a que, el año pasado, la princesa completó dos cursos en uno durante su estancia en la Academia General Militar de Zaragoza. Aunque disfrutó mucho de su tiempo libre en Zaragoza, en esta nueva etapa su formación será más exigente, enfrentándose a mayores restricciones.
La presencia de Leonor en la Escuela Naval no ha pasado desapercibida y ha generado una gran expectativa. Sin embargo, también ha causado algunas tensiones dentro de la institución. No todos están de acuerdo con su incorporación, y algunos consideran que su asistencia no ha sido del todo bien recibida. Leonor se encuentra cursando estudios junto a alumnos de tercer año, más grandes que ella, debido a que avanzó rápidamente en Zaragoza. Aunque este año seguirá avanzando de manera acelerada, las restricciones en la Escuela Naval de Marín serán mucho más estrictas que las que tuvo en Zaragoza. A diferencia de su anterior etapa, ya no podrá regresar a Zarzuela los fines de semana ni tendrá la libertad de salir por la ciudad, ya que las normas prohíben abandonar la provincia de Pontevedra sin un permiso especial.
Leonor se salta la primera norma de Marín
Con la llegada de la princesa, las normativas en la Escuela Naval han sufrido modificaciones. Ahora, todos los alumnos deben dejar sus teléfonos móviles en sus habitaciones, una medida adoptada para garantizar la privacidad y seguridad de Leonor, evitando que se tomen fotos durante su formación o en momentos privados. Esto ha generado malestar entre los padres de otros estudiantes, quienes consideran que Leonor recibe un trato privilegiado. Temen que la princesa pueda obtener permisos especiales para salir de la escuela con más facilidad, gracias a las gestiones de Zarzuela, o que disponga de su teléfono móvil para mantenerse en contacto con sus familiares y su círculo cercano. Además, existe la percepción de que los cursos están adaptados para ella, haciéndolos menos exigentes, y se ha mencionado que cuenta con tutores que la apoyan en este proceso formativo, lo que ha generado descontento entre algunos sectores de la comunidad académica.
Como era de esperar, Leonor ya ha podido romper la primera norma. La princesa asistió por sorpresa al 52 cumpleaños de Letizia en Zarzuela. Los reyes hicieron una fiesta privada y familiar en Madrid. La joven no quiso perderse este día.