En el marco de su vida como reina, Letizia ha enfrentado numerosos desafíos, pero pocos tan delicados como el secreto que durante años estuvo a punto de salir a la luz. Según nuevas revelaciones, la reina habría estado cerca de convertirse en madre nuevamente, barajando opciones de hacerlo en un proceso de gestación subrogada y adopción, al estilo de Ana Obregón. Este episodio, en el que incluso llegaron a firmarse los papeles, fue abruptamente cancelado debido a las presiones de la corona y los riesgos de escándalo mediático.

La historia comenzó en uno de los momentos más tensos del matrimonio entre Felipe VI y Letizia. Según relatos de Jaime del Burgo, antiguo conocido y supuesta pareja de la reina en el pasado, Letizia habría estado considerando un cambio radical en su vida. Mientras el ambiente en Zarzuela se tornaba cada vez más opresivo para ella, retomó el contacto con Del Burgo, un vínculo que databa de principios de los años 2000.

Letizia y Jaime del Burgo foto juntos cuando eran amantes TV3

Letizia pidió ayuda a Del Burgo para salir de la monarquía y crear una nueva familia en Estados Unidos

Jaime del Burgo asegura que Letizia le confesó sentirse atrapada en la vida de palacio y planteó una posibilidad polémica: abandonar España y comenzar de nuevo. Ambos habrían discutido la idea de mudarse a Miami, lejos de los focos mediáticos, y formar una familia mediante gestación subrogada y adopción, un método legal en Estados Unidos.

El plan parecía sólido. Según el abogado, los documentos necesarios ya estaban firmados, y todo estaba preparado para recibir a un bebé que se convertiría en hermano o hermana de Leonor y Sofía. Sin embargo, la complejidad de la situación hizo que Letizia reconsiderara. Aunque la idea de una vida lejos de las obligaciones reales resultaba tentadora, implicaba un sacrificio enorme: dejar atrás a sus dos hijas y enfrentarse a las consecuencias de un escándalo que podría sacudir los cimientos de la Corona.

Sofia Leonor EFE

Letizia inició el proceso para ampliar la familia

Las implicaciones de este plan no pasaron desapercibidas en Casa Real. Al enterarse, el entorno de Felipe VI reaccionó rápidamente. Fuentes cercanas aseguran que Zarzuela ejerció una fuerte presión sobre Letizia para que desistiera de sus intenciones. Las consecuencias de un divorcio público y el nacimiento de un nuevo hijo fuera del marco institucional serían devastadoras para la monarquía.

Finalmente, Letizia canceló el proceso, y el bebé nunca llegó a formar parte de su vida. Sin embargo, este episodio dejó una huella imborrable en la relación entre los reyes. Según la periodista Maica Vasco, la reina no solo perdió la oportunidad de tener una nueva familia, sino que también enfrentó una crisis personal al darse cuenta de que la vida que había elegido no le permitía tomar decisiones que otros podrían considerar normales.