Sobredosis de 'princesitas' en este 23 de abril. Después de la terrorífica lectura del Quijote, Zarzuela tenía preparada una nueva "sorpresa" con las hijas como protagonistas. Un segundo vídeo de Leonor y Sofía dedicando palabras de apoyo y ánimo por la pandemia del coronavirus. Un doblete en toda regla, y que si bien la afición cortesana ha recibido con volteretas y reverencias, ha resultado tan vacío como tardío. Y mira que han tenido tiempo para preparárselo, incluso tomando como referencia lo que han hecho otras monarquías europeas. Pues ni así. La frialdad se hereda: después de ver los papelones de los padres en discursos y videoconferencias, han seguido la misma línea.

Leonor Sofia coronavirus @casareal

Un "hola" que parecía de 'La Hora Chanante' anticipaba lo que estaba a punto de pasar. Leonor, siempre al frente: "llevamos, como millones de niños, más de un mes sin ir al cole por esta pandemia, intentando seguir con la vida del mejor modo posible". Hombre, sí, claro... pobres niñas, en un Palacio "a cuerpo de rey", un confinamiento horripilante, seguro. De acuerdo, son niñas y leen aquello que les han dado. Sofía toma el relevo: "no hace falta ser mayor para darse cuenta de la enorme dificultad que estamos viviendo en España, en otros países. Muchos niños han perdido a sus abuelos, a personas mayores, a familiares y lo están pasando muy mal". Cierto, quizás la verdad más incontestable de todas las que han dicho. Pero la sensación robótica de las criaturas quitaba toda la emotividad del mensaje. Todavía peor la heredera del reino, agradeciendo "a todas las personas que están ayudando y cuidando a los demás, de tantas maneras". Dicen en castellano aquello de "a buenas horas, mangas verdes". La red alucina con el numerito forzado.

Leonor coronavirus @casareal

Sofía coronavirus @casareal

Felipe Letizia coronavirus @casareal

Sofía pone el punto final, que compartimos muchos, pero por otras razones: "Ojalá todo esto pase pronto". El coronavirus, y la monarquía. Que las niñas sean niñas, y no títeres de padres y abuelos con mucho miedo y muchos secretos por esconder. Felipe nos toma el pelo cada día.