Leonor y Sofía se encuentran en un año decisivo de sus respectivas vidas. La princesa de Asturias terminará sus estudios de bachillerato internacional en el UWC Atlantic College de Gales este mes de mayo. En agosto se trasladará a la Academia Militar General de Zaragoza donde cursará el primer año de su formación militar. En octubre, la hija mayor de Felipe y Letizia cumplirá la mayoría de edad, momento en que jurará la Constitución ante el Rey. Por su parte, la infanta vivirá la misma experiencia que su hermana, estudiará bachillerato internacional en el mismo internado. Los reyes de España se quedarán por primera vez en 18 años completamente solos.
Desde hace cuatro años Leonor no mantiene ningún tipo de relación con su abuelo. Letizia ha hecho todo lo posible para que Juan Carlos I no aparezca al lado de la princesa de Asturias, por lo menos públicamente. Aunque para el emérito, la actual reina era una persona que acabaría con la monarquía, ha sido justo al revés, el marido de Sofía ha estado a punto de echar por tierra la corona. La mujer de Felipe ha conseguido mantenerla a flote apartando a toda la familia.
Letizia quiere cuidar el futuro reinado de Leonor, y cree que Juan Carlos I solo puede estropearlo todo. De hecho, la princesa de Asturias es una de las personas más queridas de Casa Real por la ciudadanía. La reina ha conseguido que sus hijas tengan una excelente relación con su familia, sin embargo, las ha distanciado de la familia de Felipe, y éste no ha hecho nada por ponerle solución.
Leonor y Sofía no mantienen relación con Juan Carlos I
Leonor no ve a su abuelo desde hace cuatro años. Públicamente, no aparecen en un acto conjunto desde 2019. En el ámbito privado no le ve desde agosto de 2020 cuando le exiliaron a Abu Dabi. Letizia ha hecho todo lo posible para que no coincidiesen durante estos años. No asistieron al funeral de Constantino de Grecia. Tampoco estuvo presente en el almuerzo en Zarzuela del año pasado.
Juan Carlos I tiene mucho miedo a quedarse solo, por ello desea volver a España, cerca de su familia. Uno de los mayores complejos del emérito es la silla de ruedas. Cuando se le operó de la cadera tuvo que utilizar una de ellas y no fue de su agrado. No quiere depender de nadie. Además, sus nietas, Leonor y Sofía, que eran más pequeñas, se burlaban de su abuelo en la silla, tal y como explica Pilar Eyre. La llamaban la “Mimi Móvil”.