La princesa Leonor y su hermana Sofía vuelven a Catalunya, no por Navidad, como los turrones, sino en pleno mes de julio, para presidir los premios que llevan su nombre, los Princesa de Girona, que se entregan este miércoles, curiosamente, el mismo día que el Tribunal General de la Unión Europea se pronunciará sobre la inmunidad del presidente Puigdemont. Veremos cómo recibirán a la familia real cuando la princesa y la infanta lleguen al hotel Camiral de Caldes de Malavella donde tendrá lugar la ceremonia, en medio de campos de golf, huyendo de Girona. Zarzuela no disimula nada a la hora de tratar de apartar a la joven de los detractores, y más, teniendo en cuenta pasadas ediciones. Pero han tenido la poca vista de escoger un municipio cuyo alcalde es famoso por haber expulsado a los okupas con un hacha. Veremos qué pasa en Caldes este miércoles, en una gala donde los galardonados de este año serán la violinista María Dueñas; el fundador de Open Cosmos, Rafael Jordá; el doctor en biomedicina Marc Schneerberger; la fundadora de la Fundación Arte Paliativo Silvia Fernández y la fundadora de la redes de cuidados infantiles Kiodogo, Sabrina Habib.
Eso será mañana, pero este martes, la protagonista y su hermana pequeña se han avanzado a la llegada de sus padres y han hecho la primera aparición pública en tierras gerundenses, presidiendo un encuentro con un grupo de jóvenes participantes en diferentes programas de la Fundación Princesa de Girona, sobre innovación y creatividad, con Ferrán Adriá y el equipo de ElBulli1846. Hacía mucho que las dos jóvenes no aparecían en un acto en público, después de la graduación de la mayor, y para su reaparición han optado por unas elecciones estilísticas que han sorprendido a más de uno, especialmente por el look que ha escogido la princesa Leonor. Un vestido de tono anaranjado que llamaba la atención por una gran abertura en el lado de la pierna izquierda y por ser de manga larga, a pesar de la caloraca que está haciendo estos últimos días. Un vestido de Lady Pipa, que como bien apunta la revista Lecturas, se trataba de un "vestido estampado naranja de largo midi, mangas abullonadas, detalle lágrima y nudo en el escote y sugerente abertura lateral". Una pieza que cuesta cerca de los 200 euros. También llevaba una cartera de color blanco. Y en los pies, como es habitual en ella en verano, unas alpargatas, como Jordi Eroles.
Su hermana ha optado por un vestido color rojo, el rojo España que tanto le gusta a su madre Letizia, pero ella, mucho más apropiada para la temperatura que hace, con los brazos al descubierto. Lo que ha llamado más la atención, sin embargo, ha sido una imagen distribuida curiosamente por la misma casa real, donde se ve a las dos hijas de los reyes en una de las reuniones que han formado parte del encuentro con el grupo de jóvenes. Las dos han asistido a la reunión de trabajo y presentación del informe de actividades 2023 de la Fundación Princesa de Girona.
Una vez hechas las presentaciones por parte de las autoridades responsables de la fundación, y ya en la Sala Osona, Leonor y Sofía han estado escuchando las explicaciones de los diferentes participantes de las Generaciones 'Propósito, Talento y Docentes'. Y a juzgar por las caras de las dos hermanas, o estaban cansadas porque no han podido hacer una cabezadilla después de comer, o no han sabido disimular que la cosa se les estaba haciendo cuesta arriba. ¿Por qué? Porque mientras todas las otras personas y jóvenes que aparecen en la imagen tienen un rictus de pasárselo bien, de nervios y emoción, de ser un día inolvidable para ellos, incluso, de sonrisas, las caras de las dos hijas de Felipe y Letizia eran un poema. Cara de asco y aburrimiento totales, que alguien les tendría que decir en Zarzuela que se taparan un poco y procuraran que no se les notara tanto. Especialmente una Sofía con una cara de vinagre que echa para atrás.
Siempre con los jóvenes, dice el cartel que hay detrás de la princesa y la infanta... Lo que nadie ha dicho, deben pensar las chicas Borbón, es que tengan que estar siempre contentas con los jóvenes.