Leonor y Sofía han volado del nido y han dejado a Letizia y Felipe completamente solos en uno de los peores momentos de su relación. Hace unos meses el rey contestó a los medios de comunicación que su vida se había vuelto mucho más aburrida sin sus hijas. Ya no tienen que fingir y han decidido emprender caminos separados. La princesa fue la primera en abandonar Zarzuela. Con 16 años se marchó a estudiar bachillerato internacional a Gales, y ahora continúa su formación en la Academia General Militar de Zaragoza. Sus padres quieren que Sofía siga sus pasos, por ello también se ha marchado a estudiar a Gales. De esta forma tienen las mismas oportunidades. Es probable que vuelvan cuando finalicen sus respectivos estudios, ya que ambas estudiarían una carrera en las universidades públicas de Madrid, como hizo Felipe. Sin embargo, volver no sería la opción de las adolescentes. Están muy felices alejadas de Letizia.
La relación de Letizia con sus hijas está rota
La relación de Leonor y Sofía con Letizia es cada vez más distante, y más desde que han descubierto que su madre fue infiel a su padre con otro hombre. La reina es una mujer muy fría y distante, controladora y calculadora. En casa controlaba cada uno de los movimientos de sus hijas, no les dejaba libertad ni independencia. Estaban esclavas. No solo se las obligaba a seguir un protocolo por ser la princesa y la infanta y pertenecer a una institución, sino que en casa tampoco podían ser unas niñas normales. La exigencia era máxima. Demasiada rigidez y severidad por parte de Letizia, que nunca las ha tratado como dos hijas, sino como dos soldados.
Leonor y Sofía no han sido felices en su niñez, ahora es cuando están disfrutando de verdad como cualquier otra persona de su edad, pero han desperdiciado sus primeros años de vida. Les ha faltado el calor humano, el hogar. Suerte que Felipe ha sido más benévolo con ellas, aunque Letizia también se enfada con él por consentirles demasiado cuando ella no estaba. Puso cámaras por toda la casa y mandó al personal de servicio controlarlas. No tenían ningún tipo de intimidad. Ni tan siquiera podían traer a sus amigas a casa. Era la casa de los horrores. Letizia la hizo oscura.